Caminando, sin llegar a coronar el fuerte del Almirante, accedemos al faro de la Plata, que se llama así porque del lado del mar, donde domina una roca plana, que al reflejar la luz solar sobre su piedra mojada parece un peñón argentino (No, no canta tangos).
Llegando al faro de la Plata
Del faro de la Plata, pasando por los acueductos y la fuente paseamos entre exuberantes paisajes salpicados por la furia marina.
Acueductos para la conducción del agua de hace 160 años
Me alegro de que se haya recuperado, cuando era cría, el paisaje, pasto de los incendios dejó aquello desolado. Ha mejorado mucho.
La cala de Ilurgita, donde se bifurca el camino: O subes para Mendiola o sigues hacia Monpas. (Donostia y alrededores siempre tan gascona con su toponimia)
Bajando hacia Ilurgita
En vez de bajar hacia los acantilados, seguimos el camino que marca la ruta y que, de vez en cuando, la flecha amarilla que señala el camino de Santiago, porque, a pesar de que muchos crean que hay un único camino de Santiago, el francés, el de la costa es menos comocido pero tremendamente bello.
La flecha amarilla de la ruta jacobea
Hay infinidad de senderos y vericuetos. La próxima, hacemos la de los acantilados.
Verde y azul
En la bifurcación que dirige hacia la Kutraia, donde quedan los restos de defensa por si acaso entrábamos en la II guerra mundial con sus nidos de ametralladora y todas esas cosas.
Ruinas militares antiaéreas
Decidimos subir hasta lo alto de Ulía para tomarnos un aperitivo en Basollua.
Basollúa, un trago fresco mirando al horizonte oceánico
Y luego enfilamos, por el paseo que baja por la roca del ballenero hacia el molino, que nunca fue, para tomar la recta final de la travesía y bajar por el perdido camino del tranvía hacia Gros, por Zemoria.
Vestigios del ocio decimonónico
Pero antes de llegar a Zemoria, aún nos quedan un par de sobrecogedoras vistas.
Pasando por el borde
El día se ha levantado y el sol luce espléndido en la playa Zurriola, también conocida como Gros.
Y dejamos Ulía detrás...
Y paseamos por la playa.
4 comentarios:
Todo eso me suena. Ayy qué gran placer, croquetas (uno de mis platos favoritos) y caña incluidas.
qué ruta más bonita . el verde de nuestra tierra es inconfundible,
Que ruta tan estupenda y tan completa: paisaje, monumentos, croquetas. Sólo le ha faltado algún bichito, un ciervo, una cabra, una vaca...
Que ruta tan estupenda y tan completa: paisaje, monumentos, croquetas. Sólo le ha faltado algún bichito, un ciervo, una cabra, una vaca...
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