Estamos ya en la segunda quincena del mes de enero del año estrenado y todavía no he escrito ni una letra en este vetusto blog. No es que no tenga ganas de escribir, al contrario, pero es que "las cosas de la vida" no me dan el tiempo que se necesita para redactar a mis anchas.
Ha llegado el momento de tomar alguna pequeña decisión sobre a qué dedico mi tiempo. No, no es un propósito de año nuevo. Es algo que vengo pensando hace ya bastante. Con un poco de suerte, y si todo va como debiera, quizá vuelva con energía renovada a escribir aquí y espero que sea con una asiduidad incrementada.
La última del abecedario
De momento, me conformaré con escribir un puñado de palabras para demostrar que todavía no se me ha olvidado que un día de hace casi quince años (Los hará en marzo) abrí este rinconcito que me ha dado tantas satisfacciones.
Saludos.
1 comentario:
No me lo puedo creer, espero con ganas que retomes tus escritos, especialmente los más críticos, a decir verdad los que dedicabas a la historia sagrada me daban cosilla y los de música estaban por encima de mis posibilidades, aunque con estos si que los leia y escuchaba con interés.
Un saludo y hasta pronto.
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