Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 21 de julio de 2022

Buscando sombra

 El sol golpeaba con la contundencia de un púgil hiperactivo, algo normal teniendo en cuenta que era mediados de julio. El aparcamiento a cielo abierto hacía brillar las carrocerías de los coches. Dentro de los vehículos debía de hacer una temperatura asfixiante. En la zona de aparcamiento sólo había una pequeña línea de árboles que garantizaban sombra a los pocos afortunados que encontraran una plaza bajo sus copas, aún a costa de recibir el impacto de las deposiciones de las aves vecinas de la fronda.

Una cosa así, pero con 40ºC y un sol generoso.

Ella había buscado con la mirada su humilde utilitario bajo la copa del árbol y no le gustó nada comprobar que delante de su coche haraganeaba un orondo individuo ataviado con camiseta y bermudas.  Echaba cortos tragos de una bebida embotellada resguardado bajo la copa. Cuando el fulano de las bermudas estaba a punto de aposentar su sobredimensionado trasero en el capó, ella accionó el mando a distancia para avisar de su presencia. El fulano miró hacia ella con aire bovino y apresuró el paso hacia su propio coche que estaba estacionado enfrente. 

Mientras ella se colocaba el cinturón y arrancaba, el fulano, con un egoísmo nada inteligente, echó marcha atrás impidiendo la maniobra de salida del otro automóvil. Ella adivinó que el fulano lo que quería era su plaza bajo la copa del árbol. Sin embargo, el fulano la miraba con aire estúpido pues esperaba que ella saliera, aunque aún no había llegado a comprender que su vehículo estorbaba para que ella pudiera cederle la plaza umbría que tanto ansiaba. Se miraron y ella dibujó un arco con el brazo. Él pasados una eternidad de segundos por fin lo entendió. Ese gesto significaba "a ver si te crees que mi coche puede volar sobre el tuyo". El fulano, por fin ¡POR FIN! tiró marcha atrás y ella pudo salir del aparcamiento.

Adiós, fulano cretino que no has sido capaz de esperar quince segundos para dejarte la plaza libre y nos hemos tirado sesenta bloqueados. El aire acondicionado, ¡A discrección! 

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Gilipollas hay para todos los gustos.

Saludos

x dijo...

ai pobre .....q tonteria d post ...escribir por hacer algo.....el hombre no.se habría dado cuenta digo yo....