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jueves, 12 de mayo de 2022

El día de la enfermera

 Hoy es el día de la enfermera. Trabajar en un centro sanitario de agudos hace que las diplomadas universitarias de enfermería, y digo las porque son mayoría, aunque cada vez hay más varones en ello, sean una parte mayoritaria del personal laboral. Hoy es su día porque hoy es el cumpleaños de Florence Nightingale, de la que se dice que fue la instigadora de la profesionalidad de la enfermería.

Doña Tecla Bisturín, enfermera de postín.

Que sí, que la esocesa, llamada Florencia porque nació en aquella famosa ciudad Italiana, consta como la creadora de la enfermería moderna y todo aquél que se dedica a esta esforzada tarea sanitaria debe pronunciar el juramento Nightingale. 

La Nightingale, hija de noble cuna, estudió y se formó con determinación pese a lo mal que le parecía a su familia de rancio abolengo, más rancio que abolengo. Años después de hacer que la gente se fuera tomando en serio eso de la enfermería, que no solo era cosa de monjas y mujeres recogidas de la calle, decidió ir más allá, concretamente a Crimea, famosa península sita en el mar Negro, que algunos habrán oído nombrar últimamente debido a cierto conflicto bélico intoxicado de intereses económicos y mentiras por doquier.

Flo Nightingale, considerada la creadora de la enfermería profesional.

¿Y qué fue a hacer la Nightingale a allá? Pues, fácil. El Reino Unido, como suele ser habitual en los países de Occidente, se había ido a ver qué sacaba en medio de la guerra- sí, otra vez- de los rusos contra los turcos por el control de este lugar estratégico. Así, la muy cristiana Gran Bretaña se puso del lado del Imperio Otomano contra Rusia. 

Pues en este fregado armamentístico apareció la Nightingale con un montón de voluntarias para hacer curas a soldados por heridas de guerra y evitar las epidemias que siempre salen, oportunistas, ante el hacinamiento y la porquería que genera la trinchera. Sin embargo, ella y sus mariachis de la cofia, no fueron las únicas que pasaron por allí para ejercer la enfermería. Y aquí viene mi reivindicación. Hubo otra madre de la enfermería moderna que ha sido silenciada durante toda la vida porque era autodidacta y, sobre todo, de piel oscura.


Mary Seacole, enfermera vocacional pero ninguneada.

Mary Seacole fue una mujer originaria de la isla antillana de Jamaica, por entonces, perteneciente a Reino Unido. No lo tuvo tan fácil como la escocesa, por ser mujer y, sobre todo, negra, no era admitida en hospitales, y, por lo que he leído, cuando fue a la guerra de Crimea, no fue admitida por ninguna expedición y se pagó el viaje con sus propios recursos. Tampoco era admitida en los hospitales de campaña, así que montó el suyo propio, dando de comer a los soldados que enfermaban más por hambre y epidemias por la suciedad que por heridas de guerra. 

Seacole había aprendido bastante sobre plantas medicinales por medio de las mujeres ascendientes de su familia. Con esto, unas nociones científicas correctas y bastante sentido común, Mary Seacole también es considerada madre de la enfermería, solo que pocos la conocen, menos la publicitan, algunos la ningunean y la mayoría ignora su mero recuerdo. Confieso que yo la conocí por un libro sobre mujeres ninguneadas de la historia y la verdad es que ella se lo curró, pero bien.

Así que hoy, día de la enfermera por ser el día del nacimiento de Florence Nigthingale, también recordemos a Mary Seacole, que tuvo una familia menos rica, menos blanca, menos recursos pero tanto o más coraje por hacer de la enfermería una vocación digna y profesional. 

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Una profesión a las que se le aplaudió durante la pandemia y ahora se la ningunea.

Saludos

Francisco Cordero dijo...

La lucha de clases se evidencia hasta en el trato que se le da a algunas personas, teniendo la misma profesión. Ya lo decía el odiado Marx.

Un saludo!