El domingo, un imbécil que, por lo visto, no soporta perder sus privilegios machirulos, se planta en un acto feminista y amenaza con una pistola a sus asistentes. Apuntó a una participante en la cabeza. Como fue rodeado, el muy valiente acabó tomando como escudo humano a una criatura de pocos meses. Muy valiente para amenazar con pistola, pero le faltan los sobrevalorados huevos para responder por su deleznable acto de apuntar con una pistola ante la gente que lo rodeaba. La policía de Castellón, por otro lado, no le dio importancia alguna a que un cabrón irrumpa a mano armada en un acto autorizado.
Ese mismo fin de semana, un valeroso octeto de malnacidos agredió a un sólo joven y se atrevió a la brava escritura sobre la nalga de la víctima . La palabra escogida para torturar al joven es una que a los aguerridos abusones en manada les parece denigrante y ofensiva, por eso lo marcaron. No toleran la normalización de formas de ser diferentes a las convencionales y eso les parece amenazante. Quizá deberían hacérselo mirar, no sea que sea un rechazo de su propia y escondida homosexualidad.
Luego se quejan de que los chavales que montan algaradas postbotellón y se lamentan de la falta de valores. A ver si nos enteramos que la falta de valores no solo ha hecho crisis en la juventud. A ver si nos enteramos que sus mayores también adolecemos de ella.
2 comentarios:
Mientras que existan políticos, medios de comunicación y sentencia que lo justifican la batalla con el "maricón" o el diferente sea de lo que sea, será atacado y esto irá en aumento, yo me pregunto, ¿Qué le pasa al gobierno, a la izquierda, a la justicia y aquellas personas que siendo respetuosos con el "otro" no hacen nada?
Saludos
Viva el mariconerío. Viva Wisteria Lane.
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