Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 13 de noviembre de 2020

Cuñas publicitarias

Suelo escuchar la radio en el coche cuando voy a trabajar y siempre, siempre, acaban saliendo las cuñas publicitarias. La palma se la llevan, por supuesto, un par de empresas de esas que reparte seguridad infundiendo un miedo atroz primero. Es decir, a la gente se le vende un producto creado a partir de un bombardeo masivo de miedo e inseguridad. Inseguridad ciudadana de esa que estaba tan en boga hará unos 40 años, cuando todo eran yonkis, navajeros atracadores y tirones de bolso en la época del pico de heroína en aquellsos años en que gobernaba un señor con nombre de aeropuerto.

Ahora ya no es inseguridad en al calle, sino inseguridad en las casas. Te venden alarmas de esas que avisan a la policía cuando te han entrado a casa. Lo gracioso es que te las venden como si eso arreglara algo. Hasta que la patrulla llegue, te han robado y hasta te pudieran haber dado una paliza si te pillan dentro. ¿Venden seguridad? Trabajé durante muchos años en instalaciones deportivas que contaban con la seguridad de esa famosa empresa. Alguna vez algún diligente compañero nos había cerrado la puerta de acceso al lugar desde el cual se desactivaba la alarma y estaba el teléfono al que llamaban desde Madrid. La policía aparecía cuando ya habíamos conseguido entrar,  abrir la instalación, sacado el limpiapiscinas del fondo de la misma, y casi, casi, hasta haber hecho la pausa para el bocadillo. La eficacia era maravillosa. 

La central de alarmas, reventada. Mucha eficacia no vende.

Recuerdo haber llegado a una instalación un domingo por la mañana y haber encontrado la central de alarmas destrozada por un bate de béisbol y la caja fuerte donde se guardaba la magra recaudación del polideportivo del barrio arrancada de cuajo y vacía, por supuesto. Cada vez  que oigo las cuñas publicitarias y lo seguros que se sienten los vecinos con su vigilancia me entra la risa. No lo puedo remediar.

Otra cosa ¿Os habéis fijado que desde lo de la pandemia las empresas de seguros privados tipo Adeslas, Sanitas, y demás mandanga de capital fundamentalmente norteamericano están venga a dar la chapa por la tele? A río revuelto, ganancia de pescadores que enfangan más con sus botas de goma. Otro ataque a la sanidad pública sin el amparo de la autoridad pública.



4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

La publicidad no es otra cosa que crear necesidad, ellos la crean aunque sea de forma sucia, con estas empresas tienes la ventaja de que te la cuelen y firmes un contrato o simplemente no les hagas ni caso, lo peor es lo que está pasando con la banca, los intereses por mantenimiento que nos van a cobrar, por utilizar la caja, por no tener un pastizal en la cuenta, por no ingresar recibos, etc..., nos van a dejar tiritando la cuenta y hay no hay nada que hacer, el oligopolio bancario ha generalizado el tema, mientras tanto el gobierno a verlas venir. Al final pagan los de siempre.

Saludos

Emilio Manuel dijo...

¡¡Ah!! y lo olvidaba, mientras se hace lo anterior, se abre la brecha digital ya que los que no saben de informática serán los más atacados, generalmente mayores, ya que los dirigen a utilizar cajeros automáticos, móviles, tarjetas o operar por banca electrónica desde tu ordenador.

Juli Gan dijo...

Más razón que una convención de intelectuales, Emilio. Una verdadera sinvergonzada.

nineuk dijo...

La pareja de timoratos que protagonizan esas cuñas es de auténtica arcada. Últimamente han introducido el matiz ese de "También instalamos en tu piso de alquiler" que alivio oyes...