Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 23 de abril de 2019

Voto al botarate

Vuelta de Semana Santa, día de San Jorge, Sant Jordi en Catalunya, que es día laborable con aditivos. Elecciones generales a la vuelta. Europeas y municipales a un mes vista. Campaña electoral por tierra, cielo y mar. Debates por todas las cadenas televisivas de candidatos con moralidad más que dudosa.  Las horas apenas me dan para quedarme atónita ante la desfachatez de los fachas. Cada vez escribo menos y peor. Esto va a la merma, como el nivel de los políticos nacionales. la que nos espera.

Debate televisado para que cuatro tipos, alguno con currículum vitae y otros sin él, se dediquen a lucir su discurso a la manera de Castelar, que era un político de la primera república, abogado de profesión. Bueno, exceptuando el profesor universitario, con que sepan balbucear sin perderse en el mensaje, van que chutan. Cuatro varones, cuatro hombres menores de cincuenta años  porque para las mujeres, excelentes profesionales de lo suyo, el techo de cristal se desploma sobre su cabeza. Ninguna es digna de ser candidata. El machismo aún pesa más que el techo de cristal en la mente del electorado. Desconfía de una marimandona y que sea un cenutrio con un máster sacado en un huevo kínder el trunfal candidato a presidente del gobierno. El techo de cristal te hace agachar la cabeza para que abrillantes el suelo de la mejor manera.

El hombre, dirigente, la mujer maquilladora, asesora de imagen o limpiadora. Hasta ahí.

Mentiras que llegan por todos los medios audiovisuales consumibles. Fascistas apestosos que se descubren a cada rebuzno. Mentirosos que no muestran vergüenza alguna cuando se les pilla en un renuncio. Defensores de la familia y del catolicismo que se han divorciado, aunque su iglesia lo prohíbe taxativamente,  que no han dudado en volverse a casar haciendo ofensa a su dios; defensores, arma en mano, de su patria que no dudaron en escaquearse del servicio militar; machacones mamporreros del liberalismo que no han currado en su vida y han vivido a expensas de los sueldos del Estado; denunciantes de los despilfarros del Estado de las autonomías que no han dudado en cobrar como diputados en estas, y que, aunque echan pestes del malgasto que dicen que estas producen, jamás renunciaron a cobrar sus emolumentos.

Dios, ejército, liberalismo y Estado centralista. Mucho dice este de todo aquello con lo que no ha cumplido nunca.

Aún nos queda una semana escasa de campaña y ya estamos más que hartos de la desfachatez de esta gente que ni vergüenza tiene al sentirse descubierta en sus faltas. Muy al contrario, saca pecho arrogante y chulopiscinas de todo ello.
Y lo peor es que habrá gente que les votará.

3 comentarios:

Aydita dijo...

¡Mentiras y más mentiras!
Saludos

Emilio Manuel dijo...

Veremos que pasa, son las consecuencias de que todo estaba atado y bien atado.

Saludos

Esti dijo...

Me siento un poco bipolar con todo el asunto Vox; unos días pienso que la gente va a reaccionar, que saldrán a votar masivamente y obtendrá muy poca representación; y otros estoy convencida de que la ultraderecha ha venido para quedarse. Qué desazón ¡Y además soy suplente en la mesa electoral!