Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 11 de octubre de 2018

Los golpes que da el Voxeo

Las incautas siguen creyendo que en España no hay extrema derecha. Eso se decía alegremente hace nada. Y sin embargo están desperezándose después de años aletargados. Y no estoy hablando de los bisoños cachorros que mamaron de la teta del neoconservadurismo a la par que mentían con todo el descaro en sus currículums. No, de los gemelos Rivera y Casado, ambos cachorrillos del PP, acostumbrados al derechismo chapucero del puesto vitalicio en rancias butacas institucionales teniendo que transigir con gente de otras coloraciones políticas con tal de no soltar la mano de dentro del bote, no estoy hablando.


Qué pena, cuántos amigos de la ultraderecha.

Hay otros, como Santiago Abascal, que está viviendo sus diez minutos de gloria (Espero que sea así de efímero) después de su mítin-festival-astracanada fascista de Vistaalegre. Santiago Abascal también antiguo cachorro del PP, que son las siglas de Partido Perifranquista. Un tío que se jacta de llevar arma, de echar las culpas a los inmigrantes (Un clásico del fascismo eso de hacer creer que todos tus males son culpa de otros desgraciados, no de quienes te putean. Ellos, no), de anunciar que defenderá el "rancionalcatolicismo" español, o de  poner freno al feminismo. Eso es el fascismo que "no había en España".

Lo peor es que hay gente que se para a escucharlos y no sólo eso, sino que es tan incauta como para creerse sus gilipolleces y hasta tiene la intención de votarlos.  Vox representa la España rancia e intransigente que nunca se fue del todo y que amenaza con volver y nos amedrenta con quitarnos la voz a los que somos críticos con el Estado porque, ellos, que son tan de uniformes, les gusta la uniformidad  por encima de todo. 

Un polémico y tramposo periodista, un pederasta insoportable y un asesino de animales apoyando a Vox.

Lo que más me jode es que habrá gente que vote a estos hediondos seres salidos de una fosa abisal de los años treinta del siglo pasado. Apestan y lo peor es que si consiguen representación institucional el tufo no se irá de allá donde aposenten sus pestilentes culos.

Espero que no consigan un gran eco cuando en las elecciones levanten su "vox". ¡Que no había ultraderecha en España! ¡No, qué va!.

Niños y niñas, no cojáis nada de Vox. Es caca.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Joer ¿que dice esa mujer?, ¿que tienen que ver las churras con las merinas?.

A lo que vamos, entiendo que la ultraderecha siempre ha estado ahí, se le ha visto paseando desde siempre, solo que callada y se transmutó, porque había que hacerlo y era lo que se mandaba, ahora vuelve a salir, primero fueron los países del este, luego Italia y el centro de Europa, también parece que América del Sur vuelve a la andadas, España no es menos, aquí ha estado latente y ha visto el momento de salir a la palestra y ahí está, veremos hasta donde llega, desgraciadamente los augurios no son buenos, aquí tenemos bases para que se desarrolle, nacionalismo, homofobia, racismo, prensa muy ultra que hace de vocero y sobre todo, incultura.

Juli Gan dijo...

Una que va dejando su spam por ahí, Emilio. Lo malo de esto es que la ultraderecha ya no disimula ni está aletargada. Ha despertado haciendo ruido. Y tiene mucho inconsciente fascinado por sus cantos de sirena.