Tengo un bló

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viernes, 28 de julio de 2017

La judoka senadora que votó no, pero luego dijo sí

Hola a todo el mundo. Sí, ya sé que me lo tomaría con calma durante estos días, pero el mono puede y, ahora que me he agenciado un ordenador, no encuentro placer más inmediato que largar las cuatro ideas que me bullen en la sesera.

Judoka medallista y senadora hipócrita

Con motivo del vigesimoquinto aniversario de la celebración de los juegos olímpicos de Barcelona, los medios de comunicación, especialmente los catalanes, están dando la barrila inaguantable de " lo bonicos que nos salieron y lo jóvenes que éramos". TVE, en concreto, está asomando a viejas glorias del deporte que sacaron metal en las olimpiadas, y el otro día nos hizo aparecer a Míriam Blasco, judoka, que ganó un oro en su categoría. Y ahí estaba, en ese Palau Sant Jordi con fecha de demolición para construir un complejo comercial, rememorando con voz trémula su victoria sobre una judoka rubita y británica, para contarnos, a continuación que aquella rival que fue plata, hoy es su digna esposa. Hasta aquí todo perfecto.

Hagamos memoria. Miriam Blasco, vasllisoletana de nacimiento, alicantina de residencia, colgó el judogui y se incorporó en el PP, como otros muchos deportistas: Colomán Trabado, Niurka Montalvo, Sandra Myers, Mariano Haro, etecé, etecé. Todos ellos orgullosos miembros del PP. Miriam Blasco consigue el escaño de senadora por su provincia de adopción y, durante tres legislaturas, ahí está, llevándoselo muerto. Hasta aquí todo normal.

Ahora vamos al tema que me cabrea y mucho. Míriam Blasco, como senadora del PP, vota en contra de la aprobación de la ley del matrimonio igualitario, también llamado matrimonio homosexual. Cosa que, siendo del PP, no me extraña un pelo, pero ahora viene el tema sonrojante de una hipócrita olímpica.

Entrenando llaves con su señora


Míriam Blasco rechaza la ley de matrimonio igualitario, también llamado homosexual, mientras ella lleva, por aquél 2005, diez años de relación sentimental con Nicola Fairbrother, la subcampeona de su categoría en Barcelona 92. Una historia preciosa la que nos revela María Escario, según los bulos, "señora de...", en ese momentico que le han abierto en la sección de deportes para ella. Miriam Blasco, tiennna y zenzible, nos cuenta con la voz robada que lleva veintidós años unida a su compañera y que se ha casado hace año y medio. ¿COMO? ¿QUE SE HA CASADO AÑO Y MEDIO? ¿¿¿¡¡¡APROVECHÁNDOSE DE UNA LEY QUE SALIÓ, GRACIAS A MUCHO ESFUERZO, CONTRA EL QUE ELLA, LA SENADORA, VOTÓ PARA QUE NO PROSPERARA!!!???  ¿Qué coño me estás contando, senadora de pacotilla? Y que no me vengan con que eran presiones del partido, porque esa "dulce señora", amante del Candy Crush, que es Celia Villalobos, asumiendo la multa, votó a favor de dicha ley porque está convencida del derecho a su existencia, cosa que le honra.

Los del Marca aludiendo chistes gráficos de dudoso gusto

¿Cómo se puede ser tan rematadamente hipócrita para votar en contra de una ley que va contra ti y contra la gente que siente el amor/sexo, en unión o por separado, como tú? Y no va de amor, sino de reconocimientos LEGALES, joder. Pepera tenía que ser la hipócrita de las narices como para aprovecharse de una ley que afortunadamente salió  y no gracias a ella.

Me da igual si se enamoraron haciendo randori o poniendo flores en la tumba de Jigoro Kano, como bien dice "la Chénife", es una ippóncrita (Hipócrita por puntuación máxima de judo, que equivale a Knock Out)

Está visto que no puedo dejar de teclear. Lo haré algo más espaciado, porque sigo de vacatas, pero, de tanto en tanto, unas buenas parrafadas me echaré a los dedos.

Gracias por leerme.

5 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Te has marcado un gran ippon seoi nage.

Saludos

Núria dijo...

Hay algo peor que un hetero homófobo/a, y es un/a homosexual homofóbo/a...por desgracia eso que se llama "homofobia interiorizada" a veces se alía con la hipocresía y el resultado es algo como lo que ha protagonizado esta señora...y otras muchas y muchos, de su cuerda.
Como ya dije en facebook,¡ eso es coherencia y lo demás son cuentos!

Desbordamientos Puntuales dijo...

¡Juli! ¡Me encanta que no te hayas podido resistir a escribir una entrada, jajaja; eres auténtica! Siempre me descubres personas y acontecimientos interesantes y, en este caso, no podía ser menos. La historia de esta judoka me ha dejado en shock. Qué difícil me resulta entender algo tan contradictorio como lo que hizo ella. ¿Cómo le puede importar a alguien más su ideología política que la defensa de los derechos y de la dignidad de un colectivo al que pertenece? Flipo... Siento la necesidad imperiosa de preguntarle por qué lo hizo. Juli, ¿sabes si ha hablado en algún sitio sobre su decisión contradictoria? ¿Ha explicado alguna vez por qué actuó así? ¡Un besazo!

Unknown dijo...

Muy buena la entrada Juli. Leí en algún sitio la tierna historia de la judoka que se casó con su contrincante pero, por esas cosas del periodismo, se dejaron en algún sitio el detalle de su pasado como senadora del PP. Joder. Ahora la historia es mucho mejor.

Gracias por el post.

Y si no te tomas vacaciones tampoco pasa nada, mira la Cifuentes :))

Juli Gan dijo...

EMILIO MANUEL: Jaaajaja. En mi primer campeonato de judo duré cinco segundos. En el siguiente, gané. Lo de Ippon seoi nage me lo dijerno varias veces a mi favor.

NÚRIA: Hay cosas que no entenderé mientras viva y esa es una de ellas. Podía haber hecho como otros de su partido: ausentarse, no votar o plantarle cara y votar de acuerdo a tu convicción, como hizo Villalobos. La multa la podía asumir. ¿O es tan cicatera que ni eso?

DESBORDAMIENTOS: Jaajaja. Gracias, guapa. No creo que la exsenadora esta tenga el valor de explicarse en los medios. Dajará pasar el bochorno y a vivir. Yo recordé que Celia Villalobos votó en contra porque esta tía un buen día declaró que ella estaba a favor de las uniones legales de parejas del mismo sexo y no iba a ir en contra de su convicción, aunque fuera en contra de su partido, lo cual le honra, pero no le da vidas extra para el Candy Crush. Hay otros muchos miembros del PP que, aunque no votaban esta ley, son del partido que lo rechazaba y han acabado casándose, como Maroto. Otr@s han decidido casarse con gente de un género que no les atrae. Si te interesa, hay un libro de Carlos Alberto Biendicho llamado "gaviotas que ensucian su propio nido" sobre la homofobia de reconocibles homosexuales del PP.

MIGUEL GARCÍA VEGA: Muchas gracias, Miguel. Claro que se callan el feo que hizo la exsenadora. Su cagada es antológica pero el PP pesa mucho. Jaaajaja, la Cifuentes. Gracias por comentar mi entrada. Un cariñoso saludo.