Dice el refrán que la Esperanza es lo último que se pierde, lo cual no nos hace presagiar nada bueno teniendo en cuenta, además, que en este país no se aprende ni a la de tres y el PP va a volver a ganar las elecciones. La Aguirre seguirá estando como un satélite espía por todas partes durante el próximo gobierno pepero coaligado con esos fachas reciclados de Ciudadanos.
Pero la señora condesa aún se atreve a dar lecciones de democracia, que es una cosa que no ha conocido ni por terceros, y se lanza a escribir artículos despotricando por la pretensión de cambios nominales del callejero. El otro día escribió en el diario digital derechoso el Confidencial un artículo intentando dar lecciones sobre la transición y el escándalo de que el PSOE quiera cambiar, ahora, los nombres sonrojantes de algunas calles.
Y ella argumenta que en el 79 muchos políticos decidieron dejarlo así porque todos tenían un pasado en cualquiera de los dos bandos. Y nos intenta dar una lección sobre "las tres guerras civiles" habidas entre 1835 y 1936, cosa que, por cierto, se queda corta ya que no computa alguna carlista, no tiene en cuenta a la gloriosa de 1868, que fue un golpe de Estado sin escabechinas y prefiere omitir los golpes bajos que significaron para el pueblo dar vidas inocentes para que los grandes terratenientes de allende los mares siguieran lucrándose porque sí en Cuba, Puerto Rico o Filipinas, 1898 (Ahí tuve yo a un bisabuelo, y no en la del 36, por cierto), o en Marruecos en 1909 o 1921, cosa que, si estamos para dar lecciones, del desastre de la guerra de Marruecos se derivó todo porque se dieron sendos golpes de Estado para acallar el informe Picasso, por ejemplo.
Señora condesa, esto es de la segunda guerra mundial
Pero dejándonos de datos que ya no cuentan para nada, lo más grave es que esta señora condesa omita el hecho de que alguna de esas calles, como la que ilustran su artículo, no tengan tanto que ver con la guerra de 1936 y sí en cambio esté bien entrelazada a favor del tercer Reich de Hitler. La división azul, o blaudivision, fue una división enrolada en la 250 de la Wehrmacht, y, por mucho que sus caídos murieran en las trincheras de la helada Rusia, eran parte de la ofensiva alemana que rechaza el mundo Occidental, vencedor de aquella conflagración.
¿Le parece bien a la señora condesa que figuren calles que honran a soldados nazis de uniformes de la Alemania de Hitler? ¿Ha preguntado en la ONU, ella que sabe idiomas, qué les parece a los vencedores de aquella guerra, que intentan seguir mandando en el mundo a la desesperada, y a veces a la falsa, como Francia, qué les parece que el socio español luzca orgulloso callejeros nazis?
Un tema mítico de Lone Star, mi calle, una calle de ghetto de esos que marcan la diferencia que tanto le gusta acentuar a la señora condesa. Un tema de su añorada época del Movimiento fascista.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
1 comentario:
Has realizado una extensa entrada para decir que esa señora es una fascista del copón.
Saludos
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