Porque, esa es otra, hablo de la original de 1988, la de John Waters, con ese bigotico fino, que a mí me da tanta grima. Waters, además, sale en la peli haciendo un cameo de autor. Nada de la versión de 2007 salida del musical con John Travolta secretamente regocijado de hacer de mamá Turnblad, como si fuera Divine.
Los Turnblad (Divine y Jerry Stiller, el padre de Ben)
Una tarde, a comienzos de los 90, un cráneo privilegiado programó en la tele esta peli que me tragué embobada y feliz. No sabía yo que los carcas de la tele nacional (No sé si ya había canales privados) tuvieran un desliz tan celebrado. Una peli de culto, bastante kitsch, pero con una banda sonora estupenda y unos bailes adolescentes del show de Corny Collins, para blancos whasp, que eran bastante chorras, con unos nombres peores: el puré de patatas (mashed potatoes), el pony, el pájaro, el twist (torcidico), el mádison, postureo para abofetear hasta cansarte la mano...
La tele todo lo puede, incluso en el Show de Corny Collins
Y el cambio, que son los 60, cardados y lacados tienen que dejar paso al pelo lacio y planchado que será imperante a finales de la década y los 70. Cambios, cambios. Crisis en Cuba, protestas por la segregación racial, vivan las ballenas y arriba el hippismo que los beatniks (cameo de Pía Zadora y Ric Ocasek) anuncian con bongos "Daaay o, daaaay o".
La música, el color y el mensaje, todo lo que ofrece una entretenida peli.
1 comentario:
¿Pero por qué no he visto esta película?
Me voy corriendo a ver si la tienen en Filmin.
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