Energúmeno

Ayer, por la mañana, estaba parada en el semáforo esperando mi turno para pasar como peatón cuando, en el cruce de carreteras que lleva a la salida de la ciudad, nada solitario, en contraposición al de Loquillo y los Trogloditas, había un destartalado Ford Focus esperando su ocasión para girar a la izquierda mientras el carril a invadir tenía un tráfico considerable, cuando un energúmeno vestido de camisa blanca y corbata al volante de un Mercedes plateado impecable y nuevecito, detrás del Focus, tocaba la bocina para presionarlo, mientras hacía aspavientos con los brazos, manoteando su volante caro.

Asistencias del modelo Mercedes chulo con corbata.

El del Focus, claro, tuvo el buen tino, a pesar de los apremios del nervioso tipo importantísimo de detrás, de girar cuando era prudente hacerlo. El del Mercedes, que se ve que tenía más prisa que modales, aceleró mientras bajaba un Nissan negro. Pasó justito, pero haciendo frenar al coche que tenía el sentido de la marcha a su favor.

Menudo energúmeno el tipo del Mercedes. ¿Cuánto tardó la escena en pasar, 40 segundos? No creo que fuera tanto. Hay gente que, al volante, se cree con más derechos que los demás, y ya, si eres un ser elitista y superior, con tu trajecito y tu corbatita, en un coche de alta gama, ni te cuento, entonces tienes bula para hacer lo que te salga del tubo de escape. Si tenía tanta prisa, en vez de presionar a los coches de delante y taladrarnos con sus bocinazos porque él puede ponerle banda sonora estresante a la mañana, que se hubiera levantado antes, así no hubiera encontrado tráfico prudente que cruza cuando tiene ocasión.

Hay gente que necesita, más que un multazo, un sopapo bien "dao" en toda la boca.