Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 23 de julio de 2014

Vendedor de humo

La crisis económica también ha traído una crisis ideológica. Bueno, en realidad esta crisis lleva años patente, pero la nula efectividad de la acción política partitaria ha hecho que la gente, desengañada en masa, decida votar cosas extrañas sin ideología concreta como "podemos". Podemos es como una amalgama de manidas ideas con un discurso "bienqueda", que parece más una empresa de publicidad que un partido. A pesar de todo, no seré yo la que haga el trabajo duro a los partidos de derechas y a otros que hace años olvidaron que eran de izquierda. Si existen ¿partidos? como "podemos", que se llaman, como el eslógan de tío Tom Obama "yes, we can", o como el que usaba la ex-cadena de Prisa para vendernos la eurocopa 2008 de la roja, es porque alguno se ha dado cuenta de que a los borregos nos tienen que atontar con palabras ilusionantes y bobaliconadas inofensivas.

Este Pablo Iglesias ya no cuenta

Y así nació "podemos", con un líder profesor de ciencia política, una carrera universitaria que licencia charlatanes profesionales (Poca cosa más). No conozco al tal Pablo Iglesias. Tiene mucha gracia que se llame de esta manera con todo lo que ese nombre representa para la historia política de este país.

Producto de márketing

Un tipo que nos vende una imagen informal, pero sin pasarse, porque suele llevar corbata, politólogo,con lo que se supone que sabe hablar con palabras vacías, y que no dice nada demasiado estridente, de otra manera no arrastraría tantos votos, porque él vende cosas que la gente quiere oír. Nada más. Pero Iglesias, el del siglo XXI, no hace bien una cosa: Tener aplomo para defender lo que ha dicho otras veces ante la oleada de impopularidad con la que le quieren vestir los que pagan (Y bien) para que en este país oigamos más de la miseria en países con posibilidad de inversión que tienen graves problemas de suministros, mientras olvidan darse una vuelta por los bancos de alimentos de su patria, donda los hay, y funcionan a destajo. Y así, Pablo Iglesias se desdice de las loas al bolivarianismo (La palabra se las trae). Sacado del blog de Piedra:

Sólo porque los que defienden y sonríen a sátrapas como Mohamed VI (Por poner un ejemplo), no pueden invertir en Venezuela de la misma manera que se lo llevan calentito en Marruecos.

Porque todo el mundo está empeñado en seguir a un líder. Un clásico:


Tiene gracia que este Pablo Iglesias del siglo XXI sea capaz de generar animadversión tanto en la derecha como en la ¿izquierda? de ese partido que hace 140 años fundara Pablo Iglesias, el histórico, el obrero.

8 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Ese Pablo Iglesias, el impresor, el marxista, el histórico, el obrero, el republicano, el fundador del PSOE y de la UGT, cuando a ambas se les podia mirar a la cara, ese Pablo Iglesias es el que yo quiero.

De todos modos a falta de pan buenas son tortas, y cuando a un partido por mediático que este siendo,no lo gusta ni a la derecha ni a la izquierda habrá que darle cierta confianza, al menos veamos hasta donde llega.

ISA dijo...


Uff, menos mal que oigo, sobre PI, algo con sentido común. No entiendo como gente muy válida intelectualmente pueden apoyar a este líder sin admitir ni siquiera una crítica blanda.
Hoy en El País, en cartas al director, viene una de un tal David Acosta que suscribo totalmente:"... " (PI)... no tiene conocimiento de la Admón pública, no tiene formación en políticas públicas, no habla de gestión, no habla como un técnico, no habla como un profesor, habla con "aquello que es fácil de escuchar", pero no explica cómo realizará esos cambios....".
A mí el discurso de Podemos me produce mucho rechazo en general. Lo veo vacuo, sin sentido, dictatorial, pretencioso, de salva-patrias, impertinente, demagógico, de ideología extremísima pero no sé en qué dirección pero sin fundamento(¿extrema-extrema izquierda, extrema-extrema derecha?).
Una pena, porque un partido de izquierda-izquierda sería más que beneficioso para el país.
De momento, yo seguiré con IU, a falta de otra cosa mejor.

emejota dijo...

Los tiempos que corren conforman a sus lideres. Corren tiempos de humo, sin verdadera sustancia. Muxu.

mariajesusparadela dijo...

El problema no es ese lider, el grave problema es que nadie cree en los otros. Y antes que los otros, cualquiera.

Laura dijo...

Tienes razón, mejor seguir votando y riéndoles las gracias a los que recortan en educación mientras se blindan sus indecentes sueldos estratosféricos, abren cuentas en Suiza con lo robado a todo un país, apalean a la ciudadanía que pide justicia y aprueban leyes fundamentalistas como la del aborto. Claro que sí.

Juli Gan dijo...

EMILIO MANUEL: Pues a falta de pan, prefiero ayunas si la torta me va a sentar igual de mal.

ISA: No hay partidos grandes de izquierda porque en estos últimos 30 años se ha fomentado el pensamiento de su inutilidad y es que la gente se volviera cómoda y "de centro" era lo que se quería.

EMEJOTA: ...Pero el humo lo provoca el fuego y a eso sí que hay que tenerle respeto...o nos quemaremos.

MARIAJESÚS: Y ese es otro grave error. "Cualquiera" no tiene por qué ser bueno.

LAURA: Tu planteamiento peca de dos cosas. La primera es creer que sólo hay "esos" partidos grandes. Otra cosa no, pero partidos políticos registrados hay cientos. Alguno, incluso, con buenas ideas. No tenemos que recurrir a "los de siempre".

La segunda es, precisamente, el pensar que estos nuevos no van a comportarse igual. Lo que debería haber es una separación real de poderes con un sistema judicial independiente que no temblara a la hora de ponerle freno a las prevaricaciones y chanchullos del ejecutivo.

Me parece que yo no aliento a la gente a votar a "los de siempre", así que no me des la razón por algo que no he dicho, teniendo en cuenta que, "podemos" y "los de siempre" cojean del mismo pie.
http://danipirata80.wordpress.com/2014/07/11/soros-detras-de-syriza-y-podemos/

Emilio Manuel dijo...

Amiga Juli, como ayunes muchos te puedes morir.

Saludos

ROSA M. dijo...

Siempre hay gente lista dispuesta a crear un producto para una necesidad concreta y hay taaantos desilusionados dispuestos a comprar esa ilusión de que algo pueden cambiar . . .
Pienso que es un producto creado expresamente para el momento con mucha fachada y poco interior, pero es que ya no me ilusionan, habrá que esperar y ver en que acaba, quizás este equivocada.