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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 1 de agosto de 2012

La holandesa voladora

Como han llegado los juegos olímpicos para que la gente olvide a ratos alternos los recortes gubernamentales, no hacemos otra cosa que ver actividades deportivas  de toda especie, hasta que empiecen las fases clasificatorias de atletismo, la niña bonita de cada juego.

Londres ya había celebrado juegos en 1908 y en 1948, en esta segunda ocasión porque tras la segunda guerra mundial, nadie estaba preparado, excepto los ingleses, para ser sede olímpica montando un evento de tal magnitud mientras se recogían escombros. Tras Berlín, en el 36, con Hitler inaugurando los juegos y Lieni Riefenstahl sacando planos de apolíneos atletas, la ciudad donde deberían haberse celebrado los juegos de 1940 era Helsinki, pero la guerra, que todo lo pudre, no lo permitió, se cancelaron un par de meses antes de su celebración. Tuvo que esperar hasta 1952 para hacerlo.

En 1936 Holanda había llevado en su equipo olímpico a una chavalita de 18 años que lo hizo bastante bien. Recién llegada al atletismo fue seleccionada para formar parte del equipo de relevos 4 X 100 y para el salto de longitud, llegando a quedar finalista sin medalla. Al menos se llevó un autógrafo del rey de los juegos del 36, Jesse Owens.

Porque esa es otra. Cada olimpiada nos sacan alguien que se convierte en el rey o la reina de los juegos: Que si Nadia Comaneci, que si Jesse Owens, que si Mark Spitz, que si Zatopek... En los de Londres del 48 la reina fue esta mujer, que consiguió cuatro oros, la holandesa Fanny Blankers-Koen.

Londres, 1948, final de los 200 metros.

Fanny tuvo una suerte esquiva ya que en sus mejores años, la conflagración bélica le impidió destrozar récords y colgarse metales finos en el cuello. Casada con el entrenador del equipo femenino de Holanda, Jan Blankers, antiguo atleta del triple salto de las olimpiadas de Amsterdam, 1928, se dedicaba a entrenar, y a tener sus niños. Cuando tuvo el primero, en el 41, todos pensaban que su carrera había terminado. Una mujer que es madre y esposa no puede hacer otra cosa que quedarse en su casa y gobernarla. Pues no, Fanny siguió compaginándolo todo, y un año antes de las olimpiadas de Londres, tuvo otro hijo.

Tenía 30 años y todos la consideraban una vieja y encima a muchos en su país les parecía mal que se dedicara al atletismo en vez de hacer las cosas para las que existen las mujeres, que es limpiar, cocinar y criar niños. Pues Fanny Blankers-Koen no sólo rompió tanto cliché de edad y de género, sino que pulverizó récords y se llevó cuatro medallicas de oro. Vención en 100 metros lisos, 200 metros lisos, 80 metros vallas y en los relevos 4 X 100.
Ceremonia de las medallas, fnal de los 200 metros, Londres 48

Fue la reina indiscutible de los juegos de Londres del 48. La llamaban "la holandesa voladora" y también "la ama de casa voladora", porque la gente tiene unos clichés marcados a fuego en la sesera que no borra ni el cillit bang. Dio en el morro a todos esos neanderthales que juzgaban que el papel de la mujer no puede salirse del corsé de la casa. Con una edad que se consideraba rayana la medianía y madre de familia, enseñó a todos los cazurros que querían verlo que la vida de una mujer no se acaba en la puerta del hogar.

Continuó en el atletismo hasta 1953. De hecho, llegó a participar en los juegos olímpicos de Helsinki del 52 en los obstáculos, pero abandonó en la final al caer en la segunda valla y sufrir una lesión. En 1999 fue reconocida como la mejor atleta femenina del siglo XX. Murió en 2004 sumida en la postración del Alzheimer.

Los mejores del siglo-dicen-, Fanny Blankers-Koen y Carl Lewis.

Fanny Blankers-Koen quizá suene a muy poca gente. No era un hombre y encima tenía que lidiar con medio mundo que juzgaba que debería estar en su casita. No es Jesse Owens, ni Mark Spitz, ni Carl Lewis, y sin embargo fue grande. Fue rápida, alta y fuerte, lo que anuncia el olimpismo en su mantra de superación: citius, altius, fortius.

¿Conocíais a Fanny Blankers-Koen? ¿No?, Pues esta fue.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Paisana, yo si que conocia a la "holandesa voladora" pero es que soy un poco enfermo de los deportes y tengo muy buena memoria.

Hay que atar un poquito más corto a esos prejuicios. Felicidades por el blog.

Manderly dijo...

Pues no, nunca había oído hablar de ella. Lo cierto es que no soy mucho de ver deportes aunque sí que ahora con los JJOO, si me coincide, puedo ver 'algo', pero ese 'algo' no es sufieciente para conocer muchos nombres y apellidos, es decir que sólo me suenan aquellos nombres que están 'de moda'.
Todo un logro el de la holandesa voladora... sobre todo en aquellos años cuando nadie confiaba en ellAs.
Saludos.

mariajesusparadela dijo...

Gracias a ti.

JL F dijo...

Siempre hay, ademas, deportistas que demuestran que lo que piensa el rebaño es una gilipollez. Como la "holandesa voladora" o como los panteras negras Tommie Smith y John Carlos, que con el puño en alto recibieron sus medallas en Mexico ante la mirada atontada y rabiosa de los terroristas que mandan en Occidente y EEUU.

Tambien paso lo mismo con Jessie Owens, que dejo a los nazis avergonzados con sus tonterias de la raza aria mientra ganaba las pruebas en las que participó facilmente.

Eran otros tiempos. Hoy los deportistas (en general) son todos atontados borregos como los televidentes.

Saludos

Hormiga dijo...

No la conocía, y me apunto tu post, mondo y lirondo para aplicarlo en alguna clase un día lluvioso.

chris dijo...

He leído sobre ella estos días pero tu post me ha parecido mucho más completo.

Gracias por compartir la historia de una mujer que ha llegado tan lejos, aunque esté silenciada.

Anónimo dijo...

Como siempre, ¡¡fantástica crónica!!
Gracias