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miércoles, 25 de abril de 2012

Pasajes de la Biblia: Hoy, los primeros jueces

Después de pasarse la biblia cuatro libros (Y cuatro pueblos) hablando de Moisés, las leyes a seguir y las batallas interminables con Josué (Yosssssuaaaaa) a la cabeza, que son el éxodo, levítico, números, deuteronomio y Josué, -por si un día os lo preguntan en algún examen, que con los chupacirios del PP en el gobierno, nunca se sabe, que son capaces de cambiar educación para la ciudadanía por historia sagrada- estos son los libros sobre Moisés de los que habla la bibila, que llegado a este punto,  llega al libro de los jueces.

Después de haber guerreado con la ingente cantidad de pueblos que comparten suelo, los israelitas, ya asentados, comienzan a tener algún problema de institucionalización. Vamos, que no tienen administración pública. ¿Qué hacen entonces? Acudir a los chamanes que tienen. A estos chamanes la biblia los llama jueces, como podría haberles llamado "chaqueta tres cuartos". Son unos señores, y una señora, que sucesivamente van siendo consultados y estos largan su parecer y dictan sentencias controlando el cotarro. La cosa debió ir bien, si les dedicaron un libro.

Los tres primeros se llamaron: Otoniel, Aod, que era zurdo, y Sagmar.  Se dedicaron a mantener la calma y la prosperidad sobre los suyos, muchas veces, cepillándose a algún rey, como hizo Aod. Pero ya se sabe que los jueces tienen inmunidad.

La cuarta jueza, y única mujer, fue Débora, que se sentaba bajo una palmera y la gente le venía a pedir consejo, y ella dictaba sentencias. En esto que manda llamar a un tal Barak, (sí, como Obama) y le manda ir a guerrear para tomar una montaña, cosa que al tal Barak no le hace gracia, pero obedece, que ya sabéis que el desacato se paga bastante caro. Total, que al frente del ejército enemigo comandaba un tal Sísara, que cuando vio que el desastre era ya un hecho, se bajo de su carro y se refugió en una tienda que pertenecía a una tal Jael. Sísara se queda escondido mientras el tocayo de Obama lo busca, pero va la bruta de Jael, agarra un viento (clavo que sujeta la tienda) y un martillo y le mete el clavo al pobre Sísara por la sien. Si es que es una premonición eso de que el tocayo de Obama tenga ayuda de lacayos para asesinar a sus enemigos, como ha pasado en Libia, como pasó en Pakistán, aunque sigan ocupando Afganistán.....

Débora en su palmera, entre juicio y juicio

Estos son los cuatro primeros jueces del libro de los idem. No tiene tanta gracia como otros capítulos de la biblia, pero están ahí. Por si a alguien le interesan los salmos, que siempre me han parecido coñazos insufribles, la tal Débora y el primo de Obama, dedican todo el quinto libro de los jueces a cantar, en plan musical, la victoria sobre el general de los cananeos, el del clavo en la sien.

6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

¡¡joder niña!! que cosas nos cuentas.

Un abrazo.

Siempre suya dijo...

Chica, no me he reído, pero es muy interesante.
Gracias

Blau dijo...

Neska, ME EN-CAN-TANNN estos posts

Pena Mexicana dijo...

mira tu... hala, pasados los jueces esperamos la siguiente entrega...

besitos :)

Anónimo dijo...

jajajaja Qué malas somos entre nosotras...

Juli Gan dijo...

A tod@s: Sí, es cierto, este post bíblico no tiene ni p... gracia, a ver si la próxima....