Bueno, pues ya está. Se ha perdido una millonada en unas elecciones para que el vencedor se alíe con el candidato de la izquierda desnatada que tiene el país, cosa que podía haber hecho hace medio año, pero, claro, prefería agotar posibilidades, paciencia de la ciudadanía y parte del erario público a ver si al candidato de esta mentada izquierda se desdibujaba, que lo hace, pero no tanto como Albert Ribera y su partido ultraliberal. Eso sí, gracias a esta carnavalada ahora hay una cincuentena de fascistas en el congreso.
Pero si en España vamos mal es porque en el resto del mundo no es diferente. Tenemos populistas insoportables en los países potentados y el odio, la aporofobia y el racismo campan a sus anchas en los ricos países occidentales.
Ehpaña eh asín.
Y los ricos occidentales caen como plagas sobre los países pobres y así nos encontramos con medio mundo en guerra, golpes de estado, invasiones fronterizas que hacen huir a su vecindario cuando no son aniquilados "in situ"...Un paraíso, vaya. Y todo ello es para que unos pocos vivan bien mientras nos arrastran al resto al salvajismo y la barbarie.
La masa humana impelida por ideas de unos espabilados creen legítimo el uso de la violencia y no ponen objeción en eliminar a parte de la humanidad porque asimilan que estos no son dignos de esta categoría. Llámese religión, supremacía racial, supremacía de género o supremacía cultural.
La puta codicia de siempre.
Y si Venezuela tiene petróleo, Chile, cobre y Bolivia, litio, elementos muy necesarios para las tecnologías del primer mundo donde estos escasean, no es difícil de calcular que haya intereses en derrocar a estos gobiernos molestos que nacionalizan lo que podían privatizar poderosas empresas. Es, por ello, intolerable y se debe derrocar al gobierno alegando que son el mal en persona. No hay gobierno impecable, claro, pero se exageran las maldades de esos gobiernos donde los ricos ven escasear sus privilegios y prefieren que malvivan sus compatriotas de pieles algo más oscuras, aunque ellos no los consideran iguales ni siquiera en el pasaporte, mientras dilapidan sus riquezas excavadas en tierras australes para darse la vida en Norteamérica donde les reciben codiciosos para hacer negocio, aunque sea a golpe de fusil.
El norte está mal, el sur está peor, oriente se desangra en guerras y occidente se deshumaniza. Y lo que es una verdad absoluta: El pobre es pobre en cualquier latitud y malvive lo que otros mezquinos mejor situados le dejan.
El mundo se sigue yendo a la mierda.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
2 comentarios:
¿Podemos decir que España ya no es diferent?, creo que si.
¿Que se esperaba en el cono sur de América con un fascista en el norte?, ni más ni menos que lo que está pasando ahí y en el resto del mundo mundial.
Con lo pesados que estuvieron con Venezuela, y ahora nadie habla de Bolivia ni de Chile. Qué jartura, de verdad.
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