Se acabó lo que se daba. El largo fin de semana vacacional proporcionado por la pasión y resurrección de Cristo ha llegado a su fin. Bien es cierto que esta semana, llamada de pascua, suele ser la verdadera fiesta escolar en comunidades como País Vasco y Navarra.
La semana santa, afortunadamente, ya no es lo que era. No hay que hacer ayuno y abstinencia durante la insufrible cuaresma, ni hay que guardar luto el viernes santo sin cine, sin teatro y sin nada más aburrido que ver dos palos con la cara de una Verónica vestida de bonito, por ejemplo.
¿Resucitar un domingo? A mí me suena a que la última cena estuvo demasiado cargada y la resaca tuvo a los trece comensales postrados el viernes y el sábado. El domingo ya parecía que volvían a ser personas, he ahí la resurrección.
Pues a mí me sigue pareciendo de dudoso gusto
Hoy en día, debemos reconocerlo, la inmensa mayoría de los que gozan de estas fiestas "santas" las aprovechan para dar una vuelta por otros aires y disfrutar de la primavera. Claro que hay mucho fervoroso de la religión que se recoge estos días, y me parece bien, pero de ahí a que este Estado ¿laico? obligue a sus cuarteles, donde los soldadicos pueden ser de cualquier religión y, muchas de las veces, de ninguna, a poner la bandera del Estado a media asta por defunción de un señor que murió hace 2000 custodiado por el ejército romano, en el que se inspiraron los actuales militares que portan el "Cristo de la buena muerte", como si hubiera alguna buena, cargada de mahometanos de la vecina Marruecos, pues, en fin, no se, un poco irónico sí que me parece.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 1 semana
2 comentarios:
Me has recordado que he cometido un pecado, ni he ayunado ni me he abstenido de nada, muy al contrario me he puesto fino de dulces pensaba que eso ya no se llevaba, además, durante toda la semana me he estado preguntando porqué coño estaban las banderas a media asta, ahora ya lo se.
Un abrazo.
El problema es que sustituimos una religión por otra: "científicamente" se "descubre" que el planeta se "calienta"; los sacerdotes fijan los "pecados" (emitir CO2, NO...) y sus "parámetros"; fijan también qué deben pagar los no creyentes y los pecadores: quienes tienen coches viejos pagamos un 20% más por aparcar en el centro de las grandes ciudades; quienes no reciclamos somos multados por el ayuntamiento... Eso sí: los grandes propietarios pueden serguir cultivando eucaliptos o lo que les rente más.
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