Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 15 de septiembre de 2016

Servicios prestados a la causa

Después de tantos años de servicio al partido, esto. Te echan a los leones, tú, creyéndote la reina del tablero de ajedrez, has acabado siendo el peón a sacrificar. Hay que lavar la cara del partido, una cara tan dura que no hay forma de que salga toda la mierda, así que te echan, después de lo que has hecho por ellos, poniéndoles en bandeja la ciudad en la que mandabas como si fueras la dueña absoluta. Haciendo grandes negocios y enriqueciendo a los camaradas. ¿Que hay que tirar el barrio de pescadores a pesar de las protestas para hacer una avenida estupenda y que tus amigos constructores se forren? ¡Se hace y a callar! ¿Quienes son los vecinos propietarios de chamizos miserables para montar caceroladas barriobajeras?

"Servicios a la patria"

A pesar de los fastos y fiestas, regatas, misas multitudinarias oficiadas por el pontífice, fórmulas uno y demás pelotazos, las escuelas públicas siguen siendo contenedores apilados porque ese dinero, destinado a construir grupos escolares, se desvía a cosas más importantes que críos de barriada pobre. ¡Que los lleven a un colegio concertado donde dan educación como Dios manda, sobre todo Dios! ¿Que se descubre la inmundicia que hay detrás de un accidente mortal de metro y que se ha pretendido callar a las víctimas? ¡Hay que aguantar!

Postrimerías del franquismo

Y cuando todo se descubre, cuando van cayendo los escándalos uno a uno, como las fichas de dominó en un serpentín y la gente se indigna y pierdes la alcaldía después de cortar el bacalao durante casi un cuarto de siglo, sólo te queda atrincherarte en el Senado, ese carísimo cementerio de elefantes de políticos prejubliados que gozan de unos sueldos indecentes echando siestas en los escaños de su provincia.

Bar del senado

Pero, no, el partido debe sacrificarte. Necesita una pieza importante que signifique corrupción para poder salvar las próximas elecciones, a pesar de que sus votantes fieles seguirán depositando su apoyo en las urnas para seguir igual. Eres tú la que debe inmolarse políticamente. ¡No lo van a hacer los que están en el gobierno en funciones del Estado! Pero te aferras a tu cubículo senatorial y te atrincheras en el bar del senado. De ahí no te sacan, aunque tengas que irte con el grupo mixto, con ese hatajo de rojos y separatistas.

Atrincherada en el bar, trasegando copazos, con un arsenal de petardos. ¡De ahí no te saca ni Dios! No te ha sacado tu dignidad extinguida, te van a sacar otros.

3 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Mientras tanto una pseudoizquierda peleándose para que sea la derecha la que gobierne,¡¡Que país!!.

Saludos

La vie en Rose dijo...

Brava!!!

Celia dijo...

Yo me vine de Valencia a Viena por culpa de estos hijos de su madre. No los soportaba más. Y esa innombrable todavía se queda de senadora??? Dan ganas de vomitar.
Besos, Juli