Siento una repugnancia feroz por el PP, sobre todo si preside instituciones, pero no sólo porque se han dedicado, muchos de sus cabezas visibles, a robar a manos llenas y a prevaricar porque "usted no sabe con quién está hablando", sino porque con ese tufillo franquista que les caracteriza, en días señalados, como el de ayer en el que se cumplía el 85º aniversario de la proclamación de la II República, que vino de la mano de unas elecciones democráticas, han intentado sabotear actos tan dignos como el de izar una bandera. Una bandera que era legal hasta que los padres y abuelos de los que rabian ahora dijeron "basta" y se dedicaron con ansia a prohibir y hacer prohibir la Constitución de entonces.
Tricolor en Donostia cuando gobernaba Bildu. El PP ya emprendió acciones sancionadoras.
Me parece vergonzoso que se acojan a la "ilegalidad" de una bandera que sus padres y abuelos descolgaron y quemaron. La bandera que hoy luce en los centros oficiales, en algunas partes, por imposición legal, no proviene de unas elecciones ganadas en democracia, sino que proviene de la dictadura, aunque le hayan cambiado el escudo, a pesar de que la constitución de 1978 luce en sus tapas el águila de San Juan, símbolo del pasado dictatorial y criminal.
Carta magna, una grande y libre, con su yugo y sus flechas antidemocráticas.
Ayer, la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana obligó, a los ayuntamientos que hicieron homenaje a la instauración democrática de la II República, a retirar las banderas republicanas que lucían en sus casas consistoriales. Una mezcla de dignidad herida de vencedor de la guerra y derrotado de las pasadas elecciones municipales, por hartura ciudadana de sus latrocinios, les ha llevado a actuar arteramente en contra de un acto cívico de reconocimiento al pasado Republicano y democrático que sus padres y abuelos decidieron sojuzgar.
Falangistas (García Serrano padre) arrancando la legal bandera republicana en Pamplona, 1936
En Cádiz, el PP anuncia que es "ilegal", cosa que no es cierta, y mete por medio a un juez para conminar al consistorio a arriar la tricolor. Los periódicos más rancios en sus webs critican, con la imparcialidad fascista que les caracteriza, este homenaje a una enseña que fue ultrajada a base de armas.
Vergüenza y oprobio, como cuando los arribistas de la secretaría de deportes, que estaban en Australia cuando en la copa Davis sonó "el himno de Riego", saltaron rabiosos pidiendo responsabilidades.
Más de uno de estos ARRIBISTAS del PP colgaría la rojigualda de la gallinota los 18 de julio con orgullo y brazo tieso.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
3 comentarios:
Sin embargo el dinero para esa gente carece de color, no conoce país ni nada de nada.
Ilegal,para esa escoria, es todo lo que no es tan despreciable como ellos.Que asco!
Qué jartita estoy de que lo bueno y lo único válido sea lo de ellos. Qué jartita estoy de tener que callarme cuando gana "mi equipo" y aguantar encima los comentarios despectivos, las descalificaciones y las tontadas dichas sin saber... y ese tufillo de creerse por encima del resto, más listos, más mejores... panda de malnacidos que han aprendido de años y años de abusos!!
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