Bueno, pues ya podían dedicar una serie a los Trastámara, esa familia bastarda, por parte de rey, que en poco más de siglo y medio se entronizó en todas las coronas de la península, si exceptuamos Portugal, por mortalidad prematura, y añadimos los reinos del sur de Italia. Vaya familia, esa sí que vale para un culebrón.
Trastámaras castellanos:
Esto es que el rey Alfonso XI, el de la batalla del Salado, decidió dar el condado de Trastámara, esto significa más allá del Tambre, río de Galicia, a su hijo bastardo. Al rey lo habían casado con una prima, María de Portugal, que fue la madre de Pedro I, "el cruel. "El cruel" según los "trastamaristas", y es que hay que proteger al bastardo fratricida. Sin embargo, Alfonso XI con su amante, Leonor de Guzmán, tuvo 10 hijos, entre ellos, Enrique, que, como todos los Trastámara, era un ambicioso sin fronteras, que no dudó en disputarle a su hermano el trono. Después de varias deslealtades a su hermanastro, y que este le perdonara todas las veces, al fin, Enrique se alía con Aragón y Francia (Es la época de la guerra de los 100 años, que, desengañémonos, fue algo más larga) y, al final, mientras el mercenario Bertran du Guesclin, sujeta al rey Pedro, Enrique asesina a su hermano. Dicen que el tal du Guesclin dijo aquello de "ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor". Vete tú a saber si realmente lo dijo el gabacho, pero, Enrique II de Castilla, el Trastámara, fue entronizado a pesar de tener manchadas las manos de la sangre de su hermanastro.Esto era en 1367. Ambiciosillo el andoba, ¿eh?
Enrique Trastámara, ¡Con corona antes de ser rey! cometiendo magnicidio (Du Guesclin no sale)
Si Portugal no acabó siendo territorio Trastámara fue porque el hijo de Enrique II, Juan I de Castilla, no pudo ganar la guerra que le declaró a Juan I de Portugal. De la victoria portuguesa en Aljubarrota hay, en Portugal, un precioso monasterio gótico que es digno de admiración: El monasterio da Batalha. De esto creo que ya hablé en otro capítulo de esta serie.
Precioso monasterio gótico el de Batalha.
Trastámaras aragoneses:
Mientras en Aragón, la familia reinante se queda sin descendencia. Martín I el humano, hermano del anterior rey, muerto en un accidente de caza, no consigue que su descendencia le sobreviva. Muere sin heredero legítimo, pero a su rico reino, que incluye Sicilia, se apuntan seis herederos, entre ellos, Fadrique de Luna, nieto bastardo de Martín, Jaime d'Urgell, un cuñado, y Fernando de Antequera, de los Trastámaras de toda la vida, ya que, a pesar de ser hijo de la hermana del rey Martín, el padre no es otro que Juan I de Castilla, y, por lo tanto nieto de Enrique II. Otra vez sale aquí el fratricida.
Fernando I, el de Antequera. ¿Ante qué era?, un segundón. Vestido de senyera, eso sí.
Segundón de la corona castellana, porque el heredero era Enrique III, alias el doliente, Fernandito daba palmadas con las orejas cuando en Caspe, Zaragoza, todos los interesados acordaron hacerle rey al Trastámara, entre otras cosas, porque el cuñado del rey Martín, que era quien más puntos tenía para ganar el premio, Jaime de Urgell, había asesinado al arzobispo de Zaragoza porque este no le era favorable en el concurso "hay una corona para usted". Esto es 1412. Han pasado 45 años desde el "tratamarazo" de la corona de Castilla y el acuerdo "casposo" les viene de perlas.
Trastámaras navarros:
Aquí es donde la historiografía tiene la nariz más larga porque se dedica a "pinochear", alargando su tocha mentirosa con longitud generosa, y habla de legitimidades y pollas en vinagre porque la historia a la española se niega a reconocer los reyes que reinaron en Navarra de casas francesas, y por eso nunca los reyes españoles respetan los "Carlos" o los "Felipes", a pesar de que, hay que joderse, para franceses, los que llevan en el trono nacional desde 1700, pero bueno.
Blanca I de Navarra va y se casa con el padre de Fernando el católico
Carlos III el noble, nada que ver con el de la napia-nabo de la ilustración, ya os he dicho que los reyes navarros no cuentan para nada, se casó con una Trastámara, Leonor, hija del inefable Enrique II, que no se cansa de salir por todas partes. Tienen una hija, heredera legítima, que es Blanca de Navarra. Blanca se casa dos veces, primero con Martín el joven, de Aragón, hijo de Martín I el humano, el de antes. Pero no hay descendencia, entre otras cosas, porque Martín el joven la casca de paludismo. Luego, la viuda Blanca se casa, a los 35 años, con el hermano del rey de Aragón, que se llama Juan y tiene 22 primaverillas. Tienen un hijo, llamado Carlos, luego conocido por el príncipe de Viana, que era el heredero legítimo, pero tiene un mal rollo con su padre legendario. Hasta por ello montan una guerra civil.
Juan II, en el escudo ya sale Navarra ligada a Aragón
Blanca de Navarra muere en 1441 y su marido, que hasta entonces no se metía en los asuntos del reino de su esposa, decide hacerle frente a su propio hijo para acaparar cacho. Es que el trastamarismo ambicioso es algo irresistible. Juan, que ya era rey de Aragón con el nombre de Juan II, se casa con Juana Enríquez, otra hija de la descendencia bastarda castellana, que aporta aún más ambición a la línea sucesoria "tratamarista". Juana pelea por imponer dinásticamente a su hijo Fernando, más tarde llamado "el católico". Pone a su marido, Juan II de Aragón, en contra de su propio hijo Carlos de Viana. Consigue hasta desheredarlo. Lo que sea para que su retoño sea rey. Carlos muere tuberculoso en una fría y húmeda mazmorra en Barcelona, por la propia crueldad de su padre y de zorra intrigante que es Juana Enríquez. No, si con estos genes, ¿Qué queréis que salga de sus entrañas?
Juana Enríquez, una arpía de mucho cuidado
La heredera del trono navarro resulta ser Leonor, hija de Juan y Blanca de Navarra, que es casada con Gastón de Foix. Y ella es la que hereda el trono, porque su hermana Blanca II, a quien su padre odia lo mismo que a su hermano, es encarcelada en una torre y muere en extrañas circunstancias.
Blanca II, repudiada y devuelta a casa. ¿La mataron?
Esta Blanca II fue cuñada temporal de la reina Isabel la católica, la casaron con Enrique IV, pero no consumaron, sobre todo porque a Enrique IV las mujeres no le ponían nada. Prefería los hirsutos torsos varoniles. A Blanca la mandaron de vuelta a casa, y eso fue la causa de su misteriosa muerte. ¿Envenenada?
Enrique IV de Castilla, no consumó con Blanca II
Así que Leonor, hermanastra de Fernando el católico, es la heredera del trono navarro, de ella, su nieto Francisco, de este su hermana Catalina I, casada con Juan de Albret. Catalina es, por tanto, sobrina-nietastra de Fernando el Católico, que le disputa el trono, y para ello monta una guerra que acaba en 1512, en la que se aniquila a toda la nobleza navarra que se ha opuesto al vencedor que no duda en demoler las casas solariegas de sus vencidos. Esto, claro, no sale en los libros de historia, sólo que Fernando el Católico ganó la guerra "para Castilla". Lo que no dice es que mató a muchos para hacerlo. Y ya estamos en 1512.
Fernando II de Aragón, hijo de mamá
Fernando II, a pesar de lo que se dice, no pensaba ni por el forro unificar los reinos de Castilla y Aragón. ¿Navarra, qué Navarra?, eso son cosas de los que borran y reescriben la historia. Para eso se casó en segundas nupcias con Germana de Foix, para engendrar un heredero al trono de su padre. Dicen que murió intoxicado por abusar del zumo de cantáridas, que son unas moscas que, según decían, tenía poderes afrodisíacos. Esta vez, los bastardos reales, como Alfonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico, no tocaron corona.
Isabel I de Castilla, casó a sus hijos con ambición y fue la perdición "trastamarista"
Y es que Fernando II de Aragón se casó con otra Trastámara, Isabel I de Castilla, que en la tele siempre es joven, hasta cuando muere.Isabel, que también luchó, como buena Trastámara, por hacer valer su derecho, ya que su hermano gay, no tuvo descendencia. Casaron los dos herederos. Ambición al cuadrado trastamarista, que exportan hijos al extranjero: Isabel, la heredera, casada dos veces con sendos reyes de Portugal, pero murió en un parto. María, que acabó casándose con Manuel, el Afortunado, viudo de su hermana Isabel; Catalina, con el rey inglés aquél aficionado a decapitar esposas, aunque con esta no se atrevió por miedo a los suegros; Juan y Juana, ambos casados con sendos hijos del, también muy ambicioso Maximiliano de Habsburgo. Ya sabéis el resto, Juana es la heredera, en principio sólo del trono de Castilla, pero bueno era su maridito Felipín, el ligón. Con esta desmedida ambición, los Trastámaras quedan fagocitados por otra codiciosa casa real extranjera que pasa a dominar todas las tierras aunque no sean suyas, sino bienes gananciales: Los Habsburgo. En el siglo XVI ya nos han comprado los alemanes.
De 1367 a 1512, 145 años. En menos de siglo y medio los descendientes de Enrique II Trastámara se han apoderado de todos los tronos. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si el afán megalómano y arribista de los Trastámara no hubiera tenido éxito? ¿Esta tierra que pisamos sería diferente? Los Trastámara son mucho Trastámara.
3 comentarios:
ONDIA TU¡¡¡..SISPLAU NO CRIDES AL MAL TEMPS...ELS TRASTAMARA NOOO¡¡¡¡
Que guapos salen todos en los cuadros, pero es escudo parece que lo hayan copiado de una fiesta china ;-)
Muerta me he quedado...
Besos.Lenteja
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