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jueves, 4 de septiembre de 2014

La sonrisa del pórtico de la Gloria

Una semana antes de que la dominatrix Merkel y su esclavo, que nos arrastrará a todos a la miseria con tal de colocar bien a su Arias Cañete, Mariano Rajoy, fueran a visitar la catedral de Santiago de Compostela, con abrazo al santo incluido, sin hacer cola, como el resto de los mortales, la casualidad del turisteo quiso que estuviera yo por allí.

Sin embargo yo tenía un objetivo en el pórtico de la Gloria relacionado con mis cuñados que no pude cumplir del todo, porque el pórtico de la Gloria está en proceso de restauración, y tampoco al maestro Mateo nadie tiene acceso e estos momentos.

La reina Esther, para otros, la de Saba.

Por recomendación de mi padre, hace años que me leí la novela sobre estudiantes compostelanos de Pérez Lugín llamada "la casa de la Troya" donde explicaban la curiosa historia de dos figuras del pórtico. Esther y Daniel, casualidades de la vida, así es como se llaman mis cuñados.

Risueño Daniel

Llama la atención el policromado Daniel, que luce una sonrisa pícara, nada habitual en tallas de iglesia románica. Daniel tiene enfrente a la reina Esther. Dicen que a Esther esculpieron bien dotada de pecho y que Daniel se la mira con esa sonrisa. A las autoridades eclesiásticas del lugar aquello les escandalizó e hicieron rebajar la talla mamaria de la reina bíblica. No le cambiaron la expresión al profeta, no. Como siempre, la sacrificada por la curia misógina, la talla femenina.

Jeremías, cortarrollos

Cuenta la leyenda popular que, como protesta por el lijado de busto, los queseros de la zona empezaron a moldear los quesos con forma de cono, y de ahí,  el singular volumen de los quesos de tetilla.

¿Queso protesta?

Al lado de Daniel está otro profeta, Jeremías, vuelto hacia él, como recriminándole su sonrisilla. La historia es un chisme gracioso que recordé allá mismo. Lástima de andamiaje.

3 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Pues sí que es "xeitosa" la tetilla... y la historia.
"La casa de la troya" tuvo un tiempo glorioso hace muchísimos años y por estos lares, además de leída (me refiero a la novela), era un referente como "o carallo vintenove"...

Robin dijo...

Anda la osa...en esta gloriosa entrada resulta que se concentran ciertas referencias a mi vida que me resultan de lo más casuales...¿o tal vez causales? Estamos en el ajo.

Nosu dijo...

No sabía yo lo del queso! El finde siguiente voy para allá, lástima que esté en obras...