El Zialdo es una taberna de pueblo situada en los bajos de una imponente casa de piedra que está a los pies del río Onín en la villa de Lesaka. El edificio, desde luego, es digno de verse por fuera y sus preciosos alrededores, también. Claro que por dentro no desmerece hacer una visita.
El Zialdo, desde fuera.
Por el día es una taberna con sólidas mesas de madera donde se sirven cañas, zuritos (Media caña), vinos, cafés, refrescos e infusiones, y en invierno, además, hay una agradable y potente chimenea en la que arde leña de los bosques de alrededor. En los meses de tiempo agradable y sol hay terracita fuera, como la de la imagen. Aunque la mayoría de las veces solíamos sentarnos en el pretil del río, que es lo que está delante de las mesas. Los fines de semana, además, se pueden pedir croquetas, que las hacen muy ricas.
Por las noches el aspecto del local suele cambiar. Las sólidas mesas desaparecen y su amplitud recoge a quienes entran para seguir su fiesta particular. Me he echado encima carnavales enteros, fiestas de san Fermín, días y noches de feria y findes felices. La música que eligen en el bar es variada y original. Por el día se puede escuchar jazz pero por la noche suele ser habitual escuchar música africana. Yo he oído discos enteros de Alpha Blondy o de Fela Kuti (O su hijo, Femi)
Pero una de las atracciones del Zialdo es, también, su rica y variada decoración. Desde el africano y africana que te muestran cuál es el wc al que debes ir, hasta la recargad barra donde puedes encontrar Budas, matriuskas, dioses animistas o personajes folklóricos vascos como Olentzero, miembros del carnaval de la zona, como el zakuzaharra o un muñeco ataviado con el traje de baile del Zubigainekoa, que se baila delante del Zialdo el día de San Fermín.
Pero en un rincón guarda a dos divas musicales fallecidas a los 27 tiernos años como son Janis Joplin, y a su izquierda se puede distinguir a Amy Winehouse. (Sí, también hay un busto de Verdi, pero ese compositor es de otra época y murió muy mayor)
Y en un lugar destacado del local también podemos contemplar varias fotos de Mikel Laboa, que nos dejó hace pocos años. Cantante de voz melancólica de los duros años 60 que euskerizaba poemas de Brecht. Laboa, aunque donostiarra de nacimiento pidió que sus cenizas se aventaran en los montes de Lesaka, en las verdes praderas de Agiña, al lado del monumento al padre Donostia (Musicólogo capuchino) erigido por el escultor Oteiza.
Mikel Laboa y la letra de "Gure bazterrak"
Claro que hay que tener en cuenta que en esta pradera monumental, además de la capilla dedicada al padre Donostia, hay un sinfín de cromlechs que indican que este ya era lugar funerario hace varios miles de años.
Agiña (Lesaka), detrás la imponente silueta de peñas de Aia.
Volviendo al mundo de los vivos y a sus lugares favoritos, si alguien alguna vez visita el recomendable pueblo de Lesaka, que no dude en visitar el Zialdo.
3 comentarios:
Este año iba a ser un año “de estar por casa” pero precisamente anoche estaba mirando para hacer una escapada a Donostia en junio, cuestión de ventilarse, así que si cuaja igual voy a probar las croquetas :-))
Que disfrutes del fin de semana!!!
Rosa: Pues te enviaré cosas por email. Algún restaurant de menú casero por 9,50€ que merece la pena. Ah, gracias por los enlaces.
Toda orientación será bien recibida, aunque si finalmente voy solo serán 3 días pero menos es nada ;-))
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