El sábado hacía un día de perros. Frío, lluvia y luz mortecina. Se nos ocurrió la brillante idea de pasear hasta el centro de la ciudad y, de paso, liberar un par de libros ya leídos en la mesa que para tal efecto había a la entrada de la biblioteca del casino. Un par de libros que eran la tercera novela de Olga Merino, perros que ladran en el sótano, y una biografía de Lluis Montagut que se titula Yo fui soldado de la República.
Compartiendo libros ya leídos
Dejé los libros en la mesa donde, por cierto, reposaba un ejemplar voluminoso de 50 sombras de Grey, que no se me ocurrió coger. (Si leo best sellers es muchos años después de su publicación) y entro a la biblioteca para utilizar el wc. El frío matutino me acrecienta las ganas de miccionar. Ya aliviada, aseada y relajada compruebo como hay un hombre de unos cuarentaypico salseando entre los libros liberados. Se mira el de Lluis Montagut y se lo lleva. Sonrío satisfecha. El libro que liberé ha durado apenas tres minutos en la mesa. Ya tiene lector.
Este duró tres minutos
Esta es una manera fantástica de compartir lecturas si la utilidad del libro ha ya complido su función para ti.
Missing (Desaparecido)
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Me reencontré con esta peli a principios de agosto de 2024, en La 2 de
Televisión Española, cuando todavía no estaba apaciguado (¿lo está ya?) el
asunt...
Hace 6 días
5 comentarios:
Magnífico!!, ya me gustaría que por aquí hubiera ese tipo de ideas; como tengo escrito en mi blog somos la tierra de la malafollá y lo de dejar cosas no nos hace nada de gracia , aunque sea cambiando.
Saludos
Pues tienes razón!
He oído hablar del 'bookcrossing' (que existe también en mi ciudad) pero nunca he participado ni aportando ni recogiendo libros a pesar de que me parece muy buena idea.... soy más usuaria de bibliotecas públicas.
Está claro que el que quiere leer, lee. Otra cosa es animar a que leer guste a aquellas personas que no lo suelen hacer.
Esto es más difícil que encontrar un libro.
Saludos.
De vez en cuando libero algún libro, pero aquí en Madrid siempre me queda la duda de si alguien lo cogerá para leer o simplemente terminará en alguna papelera, o destrozado por algún cabestro irrespetuoso.
Me encantaría que hubiera lugares como el de tu ciudad donde poder dejar los míos. Me parece una iniciativa genial.
Besos
Preciosa idea, en los tiempos que corren.
Yo, de sombras, prefiero las de los gritos.
También libero libros, pero lo que más me gusta es regalarlos por la calle. Busco la persona que creo que debe ser la futura dueña y le pregunto: ¿Ha leído este libro? ¿Le gustaría?
Tendrías que ver la cara que ponen y las reacciones iniciales.
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