Tengo un bló

Tengo un bló
Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 14 de mayo de 2012

Maravedí

Los maravedíes, o "maravedises", fueron una moneda en uso hasta mediados del siglo XIX. El otro día mi suegro estaba labrando su huerto y se enontró dos monedas. Una está ilegible por el paso del tiempo y los estragos de los procesos químicos, la otra sí que era legible. Era una moneada acuñada en 1843, donde salía una adolescente bien alimentada que había sido hecha reina después de un par de regencias. La última, la de Espartero, ese general que tiene una estatua ecuestre en Logroño muy famosa por el tamaño de los genitales del caballo.

Igualica que esta era la moneda.

La primera moneda acuñada bajo el reinado de la hija de Fernando VII. Diez años más tarde se sustituiría el maravedí por el céntimo.  Una sorpresa encontrada en la tierra arada que ha salid al cabo de años, ya que ese huerto hace mucho tiempo que lo tiene.

11 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Para que luego digan que la tierra no da más que quebraderos de cabeza.

Un abrazo Juli.

JL F dijo...

Propongo sustituir el desastroso euro por los maravedís...

cereza dijo...

Si es que os nace el dinero de la tierra!! Hay quien cree que cae del cielo.

mariajesusparadela dijo...

Qué alegría para un numismático.

Pena Mexicana dijo...

Menos mal que las tierras no son mías, no habría manera de sacarme de allí rebuscando a ver qué más tesoros del pasado encuentro...

Ripley dijo...

yo haría como Pena; encontradas dos monedas pensaría que puede haber más y querría rebuscar a ver si encuentro algo

Anónimo dijo...

Y esto no será una premonición?

maslama dijo...

¡pero qué curioso hallazgo! yo lo guardaría como talismán, si tuviste la suerte de encontrarla, quizá pueda traer suerte en otros asuntos

besos,

Diego Fernández dijo...

Hola Juli, bonita metáfora-realidad, me recuerda mucho a una que contó el grandísimo escritor David Foster Wallce en una conferencia: Erase dos peces jóvenes que nadaban juntos cuando de repente se toparon con un pez viejo, que los saludó y les dijo, "Buenos días, muchachos ¿Cómo está el agua?" Los dos peces jóvenes siguieron nadando un rato, hasta que eventualmente uno de ellos miró al otro y le preguntó, "¿Qué demonios es el agua?"

Un saludo desde Café y cigarrilos!
Diego

Blau dijo...

Que ilusión me dan estas cosas.

iTxaro dijo...

ya me veo todo el huerto como invadido por topos