¡A callar!

En el post anterior el señor Chouan Ibérico clama a la prudencia de mis manifestaciones. Se lo agradezco desde aquí. Están los tiempos enrareciéndose demasiado para creer que hay cierta libertad. Intentaré contener mi discurso porque no me gustaría acabar como una amiga de un familiar a la que detuvieron por pertenencia a banda armada, la llevaron a Madrid en condiciones infrahumanas -Tiene a resultas de ello una lesión cervical de por vida- y pasados un par de días, al cerciorarse del error, la soltaron en Madrid sin darle explicaciones (¿Disculpas, para qué, si todos somos culpables?), sin cargos, claro está, aunque los medios de este país sacaron su nombre y su cara como etarra y nadie se retractó, sin dinero y sin entender aún nada. Hala, vuélvete a casa y hazte 500 kilómetros sin un duro.

Ya se están moviendo las piezas para que, por muy pacífico que sea, cualquier conato de desobediencia civil sea delito. La pasada huelga general del 29 de marzo fue, en su mayoría, pacífica, pero se han magnificado los pocos y lamentables actos violentos habidos para poder establecer, de cara a la opinión pública, la falsa ecuación violento= huelguista.

Y así a Laura Gómez, una sindicalista de la CGT, se le ha decretado prisión sin fianza imputándosele actos delictivos en los que tiene más presión la política que otra cosa. Laura Gómez, claro está, no es la única detenida. Con la idea fijada de que los detenidos son los mismos que rompían escaparates, cosa que no tiene por qué ser cierta, pero con ello, ya tengo el respaldo de la opinión pública que pasta césped engañada, se ha empezado una caza de brujas.

Laura Gómez el día de la huelga ¿Demasiado expuesta?

Los tiempos del miedo, del "algo habra hecho" mientras se desentiende la gente y del "usted no sabe con quien está hablando" vuelven a estar de moda. Tendremos que ponernos una cremallera en la boca y en la fuente de las ideas, porque no nos van a permitir que protestemos contra la injusticia a la que nos están sometiendo.

Última hora. Del blog de JM Álvarez, la portada de la edición impresa de la razón ya ha empezado su kristallnacht. ¡Da nombres y apellidos de los estudiantes a los que acusa de agitadores!