Un año nuevo ¿Y qué?

Ahora que hemos entrado en un año nuevo y todo son buenos propósitos, parabienes y deseos altruístas, tendríamos que hacer la reflexión de que siempre acabamos por hacer lo mismo. Tanto que parece una secuencia de "Atrapado en el tiempo". Todo es: Ya mismo dejo de fumar, voy a ponerme a hacer gimnasia, este año me apunto a un curso....Hasta las editoriales te sacan fascículos coleccionables, tanto es que juro haber visto el otro día anunciado uno de Santos y Vírgenes. Imaginería religiosa en tamaño reducido, como en el chiste: ¿Qué le parece esta virgen? ¿De Salzillo? ¿No, de los Dolores?.

Los que me conocen saben que entonces utilizo ese manido argumento que saco cuando la gente se aficiona a cuarto milenio y se habla del fin del mundo para el año 2009. (Dicen que era una fecha que vaticinara Nostradamus)Y yo argumento: ¿Fecha judía ya pasada, china, tibetana, islámica...? Somos unos egocéntricos los que nos regimos por el calendario cristiano, y encima gregoriano, los ortodoxos que aplican el juliano, aún llevan un par de semanas de retraso. De ahí que la revolución de octubre se celebre el 7 de noviembre.

Obama, el nobel de la peich, ya está fraguando un comienzo de año nefasto para el Yemen. Sí, ya sé que es un país de mayoría musulmana y jodidamente pobre, pero ya empiezan a soltar perlitas en los telediarios y a sacar embajadores. Vamos, que el 2010 para los yemeníes va a ser un año terrible, donde les van a ocupar militarmente y van a ver mermados sus derechos humanos. Al menos podían haberse esperado unas semanas para disimular. ¿Es necesaria una guerra y atacar un país paupérrimo para que en occidente salgamos de la crisis y vivamos bien? ¿Será que el Yemen está justo encima de Somalia? ¿Feliz año? ¿Para quién, para la industria armamentística?