Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 6 de enero de 2010

Día de reyes (hoy, poco original)

Lo que más me gusta al empezar el día de reyes es mirar en mis zapatos (y este año se han portado) y desayunar un pedacito de roscón. A mí me gusta mojar un rosco seco en mi café con leche, y de momento no me ha tocado nada.

A éste le acabo de hincar el diente. La naranja confitada está deliciosa.

Ayer, como llovía, se suspendió la cabalgata de reyes del barrio, pero hubo entrega de regalos a los niños en la sala polivalent. Era emocionante ver a todos los críos acercarse a los reyes. Algunos alegres, otros decididos, otros dubitativos, otros con miedo por lo estrafalaria de la pinta de SSMM. Para una vez que la niña de nuestra casa ya le ha dejado de tener miedo a Baltasar, después de tanto llanto anual ante el rey negro, va y le toca Melchor.

Sólo recuedo unos reyes, siendo muy chiquitita, en los que creí en la magia porque, yo, que siempre estoy en el lugar equivocado, en el peor momento, a mis cinco añitos pasaba por ahí cuando mi hermano mayor inquiría a mi padre sobre la verdadera identidad del triunvirato coronado. Así que esta niña rubita con el oído fino se enteró a una edad muy temprana de la decepcionante verdad. Creo que fue la primera vez que me sentí estafada. Pero tenía su aspecto bueno, porque desde entonces colaboramos para que mi hermano menor siguiera en su inocencia mucho tiempo.

Recuerdo con especial cariño el año que los reyes nos dejaron, entre otras cosas, un trineo naranja de aluminio, con un asiento largo, esquíes y un manillar. Yo me llevé a mi hermano menor por un lado y mi madre y mi hermano mayor, acarrearon el trineo por otro. Lo genial es que el día 7 de enero cayó una nevada increíble, sobre todo para un lugar costero como es Donostia, que es una ciudad mucho menos fría de lo que la gente tiende a pensar. (Nieva como en las olimpiadas, una vez cada 4 años...o más) Aquél año se suspendieron las clases durante más de una semana, que aprovechamos para tirarnos por todas las pendientes de mi barrio.

Os dejo, que nos vamos a comprar los roscos que le toca pagar a mi pobre mitad.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos dias preciosa. De momento no te ha tocado nada en el roscon de reyes, pero seguro q el de casa te toca pagarlo el proximo año (pq a mi no me gusta el roscon con frutas y menos aun relleno de cabello de angel), Ah!! tb seras la reina de la casa, aunque eso ya lo eres (por muy republicana q seas). Vamos a ver q suerte tenemos en casa de tus "suegros".
Besicos.
Tu mitad

Mean Mr Mustard dijo...

Espero que los Reyes se hayan portado. Qué bonitos los recuerdos de años pasados.

Blau dijo...

Feliz día de reyes!!!!!!

Anónimo dijo...

Pues EA, a mojar roscón en el café..(que estupendo no ser la única)

dintel dijo...

Hace tanto que los Reyes dejaron de ser algo especial para mí que ni me acuerdo. Y no lo digo con nostalgia, no, porque la vida me ha descubierto otro tipo de magias (la de llegar a final de mes, también) y cada etapa tiene su qué.