Aquí tampoco hay quien viva

Hay un temporal de frío polar y nieve en la península, con especial incidencia en Catalunya...Menos por esta zona. Una pena porque eso significa que si no hay dos palmos de nieve y hielo, no tendré más remedio que ir a trabajar hoy, el primer día después de las vacaciones.

Este vecindario convierte en cartujos a los inquilinos de Aquí no hay quien viva. La joven del primero que nos -me, en realidad (Ya os haréis una idea de quien es la tonta de la pareja)- tiene por un súper 24 horas, subió ayer a pedir un bote de pegamento. Yo no sé qué les pasa a estos vecinos, aparte de que gasten más morro que los platters cantando el "only you", que se pasan el día pidiendo huevos,vinagre, aceite, que aunque parezca, no es para hacer mahonesa. Lo han pedido en días alternos; pan rallado, y hasta un diez leuros. ¿Volverá ese tubo rancio semi seco (no es un cava) de Imedio a casa?

La familia Churumbel de al lado tiene desplegado un parque móvil "jicho" en toda esta calle. Poseen dos "fragonetas" desvencijadas, tres C15, y un golf, amén de visitas esporádicas que se traen su vehículo. Tanto es así que tenían los coches en doble fila tapándose a ellos mismos. Mi mitad afirma con convicción que nos quitan los sitios aposta, así que esta mañana se ha levantado antes que de costumbre (y de costumbre son las cinco y media de la mañana) para sacar su coche y traer el mío para aparcarlo en el hueco recién vaciado.

Qué pena de psicosis para empezar la cuesta de enero.