Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 31 de mayo de 2011

El túnel del casino

Hace poco encontré en la biblioteca de Manresa, sección historia, un libro llamado Cecilia García de Guillarte, repórter de la CNT. En él se narraba la sucinta biografía de una joven de Tolosa, Gipuzkoa, de familia proletaria y por ello, anarquista. Y comprehendía toda su obra de reportera en el frente del norte. Acabó exhiliándose en México como tantos otros.

En la página 47 del libro se cuenta como Buenaventura Durruti, allá por 1920 se hallaba en Donostia, que era la capital veraniega de la monarquía y de la gente bien que zanganeaba a su alrededor. Se cuenta el poco conocido hecho de que intentaron ejecutar a Alfonso XIII mediante una explosión curiosamente preparada. Sa sabía que al tarambana rey desde el vientre de su madre le gustaba jugar y los anarquistas encabezados por Durruti, habían excavado desde la casa de enfrente, en la Parte Vieja donostiarra, un túnel que llegaría hasta el casino donde asistiría el monarca. Tratándose de un casino en la Parte Vieja, supnogo que no sería otro que el Petit Casino por estar situado en aquél barrio, ya que el casino de Alderdi Eder, donde se paseó en su día Mata Hari, pillaba un poquillo, sólo un poquillo alejado, y el del Kursaal, al otro lado del río. Así que, si no estoy equivocada, no puede ser otro que el Petit Casino de la calle mayor. El Petit Casino, como su nombre indica, es un edicifio chiquitín, en comparación a los otros, que, por expresa prohibición de Franco de terminar con el vicio del juego, se reconvirtió en cine. Un cine muy "familiar" por lo pequeño de tres salas donde he visto infinidad de películas desde mi más tierna infancia, hasta mi juventud, en la que, como el juego da más pasta que la exhibición de pelis, el petit casino volvió a ser lo que fue en su inicio. También el franquismo le cambió el nombre, ya que en la lengua del imperio, los extranjerismos quedaban fuera y yo lo llegué a conocer como "Pequeño Casino".

Éste es el Petit Casino, ahora casino Kursaal (Como todos)

El Kursaal, en cambio. Otrora un majestuoso palacio de piedra arenisca, fue demolido antes de que yo naciera, y en su solar iban a levantar un edificio espantoso, pero la idea y la constructora quebró y durante casi 20 años, aquello fue un agujero a pie de playa hasta que levantaron el Kursaal moderno. Edificio que ganó el concurso de maquetas del ayuntamiento sólo porque era el más barato, aunque se encareciera el presupuesto, cuando se vino abajo la escalera central que se estaba construyendo.

Del casino de Alderdi Eder, por el que se paseara en la gran guerra la espía Mata Hari, como ya he dicho, era un salón para juego y baile, y a veces hospital de campaña, como cuando las guerras coloniales, al que la ley franquista de prohibición de juego, reconvirtió. Se dejaron de ver ladrones de ruleta, para ver ladrones de cargo municipal, ya que hoy día es el ayuntamiento de la ciudad.

Volviendo al tema del atentado anarquista contra Alfonso XIII, los excavadores del túnel por debajo de la calle, desde la casa de enfrente tuvieron que dejarlo todo por un chivatazo y cruzar la frontera a toda prisa. El atentado no tuvo lugar, pero se asemeja, y mucho a aquél que en diciembre de 1973 elevara a las alturas al almirante Carrero Blanco, ya que la preparación era similar: Túnel desde una casa aledaña. Sobre este atentado, del que se sabe mucho más que del otro, hay libros y peli. El libro se titula Operación ogro y es de Ángel Amigo. Y la peli, italiana, del mismo título es del director Gillo Pontecorvo. Descargable hasta que la Sinde cierre el grifo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Curioso!
Y es que nada sale de la nada

Dizdira Zalakain dijo...

-Sobre el Petit Casino:
Sí, qué recuerdos tengo yo también de las pelis en el Petit Casino y en general de toda la Parte Vieja en los últimos 80, con su puerto de casas renegridas en donde vendían cucuruchos de karrakelas por cuatro duros y el ambientazo de sus baretos. Luego tuve que emigrar por cuestiones de trabajo y cuando volví me encontré con la nueva Ñoñosti de Elorza, un proyecto frustrado de Marbella dispuesto para el ibérico deporte del timo al turista jipijo.

-Sobre el Gran Kursaal:
En los países civilizados, cuando un fascista se carga un edificio de la belleza y el valor histórico del viejo Kursaal, lo que se hace es reconstruirlo al milímetro. En Ñoñosti se sustituye por el típico palacio de Congresos supuestamente vanguardista y abrumadoramente feo que podemos encontrar en todos los municipios de Celtiberia. Si esa puta mierda de edificio estuviese en un descampado de las afueras de Talavera de la Reina, entre el Carrefour y el concesionario Renault nadie se fijaría en él, si no es unos grafiteros para dejar sus firmas. Pero como está en la Playa de la Zurriola ¡oh, qué bonito, què luces de colorines tan chulas!
Por cierto, la plataforma ciudadana contra los "Cubos de Moneo" no logró paralizar una simple obra municipal. Pero ahora una plataforma aun más pequeña va a lograr abrir un nuevo período constituyente. Misterios de la democracia.

-Sobre Durruti y Alfonso XIII:
Nadie duda de lo divertido que habría sido ver a ese pelele y a su corte de pelotas esparcidos por el monte Urgull. Pero ¿qué se habría logrado? Lo mismo que con Carrero. Supongo que acelerar la dictadura de Primo de Rivera.
Eso sí, ahora no dispondríamos de monarca campechano ni infantas guapas.

emejota dijo...

Que interesante libro. Ay niña con esos recuerdos del kursal y el casino y...... uf me has llevado de viaje a través del tiempo. Beso.

mariajesusparadela dijo...

Aprendiendo, que es gerundio.

Padre Angel Kakustarra dijo...

No sabía de esa historia de dinamiteros,es interesante. Yo sí conocí el viejo Kursaal cuando ya no era ni sombra de su antiguo esplendor. Las karrakelas y las kiskillas se siguen vendiendo en el puerto pero supongo que ahora valdrán a cojón.
Pax vobiscum.

iTxaro dijo...

Curioso
se es que da gusto leerte

Juli Gan dijo...

MADA: Pues sí, lo que pasa, además es que casi nadie sabía de este atentado frustrado. ¿O no?

DIZDIRA ZALAKAIN: Elorza ha pasado demasiados años en la alcaldía y ha pijoteado el centro. Sobre lo del Kursaal viejo, estoy de acuerdo, no sé a qué liante se le ocurriría semejante atrocidad. Tengo una amiga que vivía en la calle Miguel Imaz de Gros y echaba pestes de la porquería que le habían colocado a su izquierda (Por el Kursaal). ¿Infantas guapas? Explícame esto, porque no lo pillo por mucho que me esfuerce.

EMEJOTA: El cine del petit casino era minimalista. Lástima que ya no exista. La sala 2 tenía un miniescenario y si te ponías en la 1ª fila, podías colocar las piernas cómodamente encima. Aaaay.

MARIAJESÚSPARADELA: Jajajaja. Qué salada.

P.ÁNGEL KAKUSTARRA: Pues yo no lo llegué a ver, ni eso, ni el Chofre, que se los cepillaron a la vez, creo. Pero el agujeraco del Kursaal, ciudad de ratas, lo vi durante años.

ITXARO: Gracias, guapa. Y yo me lo paso pipa escribiendo las batallitas de la abuela Cebolleta.

Jose Maria Sasieta dijo...

En su honor la escuela de adultos de Tolosa, en la que imparto clases, lleva su nombre

Ripley dijo...

Curiosa historia. Han abierto un nuevo casino en Bilbao, no sé por dentro , pero por fuera ; imponente.