Tengo un bló

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martes, 27 de junio de 2017

Muerte al poeta

Ayer me pasaron una foto mediante una app al móvil. Se leía un graffiti. Un graffiti que decía limpia y llanamente una verdad como un templo. La traduzco del euskera en el que está:

"Nuest*s abuel*s no sabían euskera, pero sabían que los que asesinaron a Lauaxeta, asesinaron a F.G. Lorca".



Es curioso que utilice el plural "abuelek" (En euskera no existe el género determinado en los nombres, pero abuelo no se dice abuelo, tiene su propia palabra, o mejor dicho, sus propias palabras que denotan la zona donde se está), con lo cual usa la palabra en castellano original que denota un origen concreto. Pero el mensaje no puede ser más claro. Dos culturas aplastadas por la misma bota fascista y asesinadas por la misma ideología fanática.


Esteban Urkiaga, "Lauaxeta"

Ayer hizo ochenta años que Esteban Urkiaga, "Lauaxeta", fue fusilado en el cementerio vitoriano de Santa Isabel. El 25 de junio de 1937 el poeta Lauaxeta fue fusilado por los militares sublevados en la ciudad sublevada de Vitoria. Como a García Lorca diez meses atrás, el fascismo asesinó a un poeta porque no era de su agrado lo que escribía. Lorca y Lauaxeta coincidieron una única vez con motivo del estreno de "bodas de sangre" en Bilbao a principios de 1936.

Lauaxeta era un poeta, periodista y traductor literario al euskera que contaba 32 años el día que lo mataron. Fue detenido en Gernika por las tropas franquistas un día que había acudido como traductor de unos periodistas franceses al escenario del bombardeo de la legión cóndor sobre la villa vizcaína, tres días después del horror caído del cielo.

Después de un consejo de guerra y hallado culpable de "separatismo" sólo porque cultivaba literatura en un idioma que no era el castellano, fue pasado por las armas.

Cementerio de Santa Isabel, Vitoria, ayer

Asesinado por escribir en un idioma que algunos han transformado en culpable e intolerable. Los hay que detentan la exclusividad del nacionalismo español y todo lo que se salga de la marca que ellos trazan, es digno de ser eliminado. Da igual si es Lauaxeta, también lo fue Lorca diez meses antes. Hay que eliminarlo y se ha acabado. No se dan cuenta de que eso es lo que crea separatismo y no otra cosa, pero les da igual. Tienen el poder de las armas, y aún todavía sus descendientes usan el mismo discurso para controlar el poder.

Asesinaron poetas creyendo que con ello eliminaban sus mensajes. Quizá creían que las nuevas generaciones no los leerían porque, prohibiéndolos, convencían al resto. Menos mal que estaban equivocados.

8 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

El hecho de ser asesinado por luchar a favor de la libertad y de la democracia basta para loarlo y recordarlo, no es necesario emparejarlo con ningún poeta.

Juli Gan dijo...

EMILIO MANUEL: ¿Cómo que no? No lo mataron por llevar las gafas de Harold Lloyd. Lo mataron por escribir igual que a Lorca. Escribían en la misma época y los mataron los mismos. Ese es el emparejamiento. Porque a García Lorca lo conocemos todos ¿A que Lauaxeta no te suena? No, porque ya se encargaron de que no sonara más, aunque lo hiciera en otro idioma. Y menos mal que Lizardi, que tampoco te sonará, palmó de pulmonía en 1933, también muy joven, porque si no, seguro que tampoco hubiera podido seguir publicando cosas como el "bihotz begietan" que es un libro de poemas del cual el propio Blas de Otero tomó prestado el título para escribir un poema autobiográfico.

Emilio Manuel dijo...

Creo que no entendiste el comentario. Ya que das pié te diré que si Federico es conocido no es gracias a los granadinos ni a la difusión que se hizo de su obra tras su muerte por la dictadura, Federico es conocido gracias a sus viajes por el mundo, a su obra en el exterior, y su relación con otras culturas, su obra "Poeta en Nueva York" le abrió las puertas a toda la cultura anglosajona, su relación con la música: flamenco, son cubano, jazz le abrió mas caminos, fue el exterior el que hizo famoso a Federico García Lorca, la dictadura no lo pudo evitar; es cierto, no conozco a Lauaxeta ni a Lizardi, ni a otros muchos poetas que fueron asesinados por la dictadura, pero aun así merecen el mismo respeto por su lucha, al margen de que escribieran en vasco, catalán, gallego o cualquier otro idioma, ellos estaba luchando por un país democrático y defendían su cultura que era la de todos.

También quiero apuntarte, hace ya unos cuantos años, más de 80, que a Federico lo mataron, pues te diré que en Granada aun levanta ampollas, también te comento que desde hace unos años se construyo un edificio dedicado a museo en el que estuvieran toda su obra, literaria, pictórica y musical, el museo está vacío, no se si eso es indicativo de algo.

Hay un refrán muy castellano que dice "en todas partes cuecen habas y en la tuya calderadas"

Desbordamientos Puntuales dijo...

¡Hola Juli! Qué triste y qué certera tu entrada. Siento un dolor tan grande al pensar en este tipo de injusticias, que me cuestiono si no tendría razón Hobbes cuando afirmaba que el hombre es un lobo para el hombre. Si por tener una ideología distinta o hablar en una lengua distinta, uno se considera legitimado para matar a otra persona, es que algo no funciona en el ser humano. No sé, me genera tal asombro que casi me paraliza. No conocía a Lauaxeta, así que te agradezco enormemente que me lo hayas descubierto. ¡Muchos besos!

Emilio Manuel dijo...

Cuando te decía que Federico García Lorca levanta ampollas, aquí te paso una gorda que se efectuó en la UGR -Universidad de Granada- entre Luis García Montero, poeta y catedrático con otro profesor, el hecho ocurrió en el 2006.

https://canal.ugr.es/prensa-y-comunicacion/medios-digitales/ideal-digital/pelea-en-las-aulas/

Juli Gan dijo...

EMILIO MANUEL: Te leo y me releo y me doy cuenta - te pido mil perdones- de que me ha quedado más borde de lo que pretendía por haber ido más allá de tu comentario para volver al tema del graffiti, y, de paso, enriquecido con tu nuevo comentario que viene a redondear la idea que ambos tenemos: Los que mataron siguen teniendo demasiado poder, delegado en sus descendientes. Tanto poder que se permiten matar y castigar. Y prohibir museos y memorias, por lo que dices. Hay una serie de cafres que se creen con el derecho y el deber de imponer sus ideas a la fuerza, aunque sea matando, y lo malo es que se están despertando de su letargo de vergüenza. Al final, esta es la terrible verdad que hay que impedir.

DESBORDAMIENTOS PUNTUALES: Lo malo que, después de ochenta años, hay aún quienes justifican, defienden y legitiman ese terror y ese dominio, por la violencia, de las ideas de los demás. Qué casualidad que esos son los que detentan una ideología que han exclusivizado que no es la que desean otros, a los que no les importaría pertenecer al país si las cosas se hicieran de otra manera. Una pena. Besos.

Juli Gan dijo...

EMILIO MANUEL: Menudo artículo. Menuda historia. Impresionante. Saco dos cosas de ella. Una, que cualquier texto se puede observar desde un contexto histórico determinado. No son matemáticas y en eso no entro. Y dos, la de rencillas, envidias y malos rollos que se encierran en los departamentos de las facultades universitarias. Jajaja. De estas también he conocido algunas.

Emilio Manuel dijo...

No hay que pedir perdones, nos leemos desde hace tiempo y sabemos de que pie cojeamos.

Un abrazo.