Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 29 de junio de 2017

"Atención, atención..."

Atado y bien atado lo dejó aquel militar golpista que se convirtió en un sátrapa durante cuatro décadas hasta que murió en su cama con el beneplácito de los hervidos gobiernos occidentales que apremiaban para que se "reestableciera" en España una democracia, no igual que la de la segunda República, claro. Había que alejar el comunismo como fuera, como ya se venía haciendo desde que Hitler se suicidó y se "olvidaron" de la España mandada por los fascistas.

Condecoración a un demócrata


Y así los mismos perros, pero con distinto collar, se enrocaron impertérritos. En la "modélica transición" que nunca lo fue por mucho que avezadas periodistas, como Victoria Prego, se desgañitaran propagando en serios documentales, no hubo cambios significativos. Los mismos miembros del movimiento se hicieron un partido político para ganar unas elecciones timoratas y el que las ganó hoy día es recordado en el aeropuerto. Y, claro, como el general ísimo resolvió, aquí, monarquía. Nada de repúblicas. Y el nieto de Alfonso XIII vino y reinó hasta que la indignación popular no pudo más con tanto regalo "indecorinoso" de las arcas del Estado, y a lo del yerno, que creyó que él podía hacer lo que veía por casa, y nombraron al sucesor, que no ha tardado en dar el beneplácito a leyes mordazas y a palos a los chistes sobre la corona, quizá porque no es tan campechano y porque corre por sus venas la sangre prusiana y beligerante de los Oldenburg, por vía materna.



Así que Felipe VI no ha dudado en otorgar medallas a los ¿esforzados? miembros del movimiento que se quitaron la camisa azul bordada en rojo ayer para ponerse una americana y corbata con tal de "traernos" la democracia, como Rodolfo Martín Villa. Ese joven flecha, ministro de gobernación, responsable del asesinato de obreros en Vitoria, entre otras muchas barbaridades que cometía su policía aún franquista. Responsable de mantener a torturadores sanguinarios como Roberto Conesa o "Billy el niño" sin que tuvieran que rendir cuentas para nada.

Claro que sí, coño, que en España tenemos a la gente domesticada

Nos han condecorado a Martín Villa, el resposable de la barbaridad de Vitoria, de la de Atocha, expresidente de Endesa, porque las puertas giratorias no son de ahora, presidente deSogecable, porque no es extraño que "El País" se haya vuelto tan asquerosamente facha, nombrado comisionado para las actuaciones del "Prestige", porque ya sabe qué es pringarse, y nombrado por de Guindos  consejero del Sareb, el "banco malo". ¿El pago a tanto esfuerzo se traduce en esta medalla, que es un insulto a las víctimas de sus actuaciones y a la de la propia democracia?



Nada ha cambiado en este reino que sigue premiando a los que castigan a la chusma (Nosotros, por si no os queda claro) Y si pasa algo, como bien dijo él: "Lo nuestro son errores, lo suyo, crímenes". Ya se encargarán de que alguna Victoria Prego del momento lo publique así, en una antología de la "posverdad".

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

Te has quedado agusto escribiéndolo y yo leyéndolo.

Saludos.