Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 7 de junio de 2017

Atentados, atontados. ¿Falsa bandera?

No sé a vosotr@s, pero a mí me llama la atención, y, además, me escama mucho, eso de que se haya puesto, digamos, de moda, el cometer masacres al tuntún localizadas en lugares donde pasan transeúntes que pueden ser de cualquier país, religión, edad y clase social, y quizá esto menos. Parece que haya una oleada de atontados cometiendo atentados. ¿Pero qué tipo de atentados?

Unos fulanos agarran un vehículo y se dedican a ir atropellando peatones anónimos, o agarran un cuchillo y se dedican a lanzar estocadas o se autoinmolan mediante un bombazo en un lugar donde hay una concentración moderada de gente, pero, ¿Os habéis fijado? Son actos suicidas donde el objetivo no tiene una importancia decisiva. No son políticos, no son millonarios, y generalmente son lo contrario, obreretes en una ciudad obrera, no son lugares de un gran simbolismo, a no ser que sea por el turismo. Pero de la noticia, sólo nos llegan ciertas imágenes. ¿Nos cuentan la verdad?


Falsa bandera. Mirad el cambio de pantalones del madero de la gorra

No sé a vosotros, pero a mí me huele a cuerno quemado, y no lo digo por los engañados que creen que martirizándose, porque así se lo han indicado otros que ríen a salvo, van a conseguir el paraíso, si es que esto es verdad y no han sido tomados como criminales, y asesinados para que no cuenten lo que saben, como los Trsarnaev,  supuestos autores de la de la maratón de Boston. No es por eso. ¿A quienes va dirigido el mensaje del miedo? Porque creo, sinceramente, que es esto. El mensaje va dirigido a nosotros, pobres miembros de la clase trabajadora desnortada. Nos quieren hacer cambiar los valores a base de golpes y miedo. Quieren que focalicemos el odio, pero no hacia nuestros gobiernos que mandan tropas a Asia, sino a los que vienen huyendo de aquellas guerras provocadas por occidente.


El medio no es el mensaje, ¡Lo hace!

Este año hay elecciones en Reino Unido, y ya vamos unos cuantos atentados, igual que el año pasado, que había elecciones en Francia. Una piensa mal, por esto y porque, ¡Qué casualidad! los atentados no son en sitios donde haría mucho más daño, como sedes financieras, militares o políticas. O eso es lo que nos cuentan los medios con una autenticidad de estudio hollywoodiense, para que nos impacte más y se nos grabe en la retina.

Yo pienso mal porque el panorama no me cuadra. Por si acaso, desconfío.

1 comentario:

Desbordamientos Puntuales dijo...

Coincido con tu análisis, Juli. Hay detalles que a mí también me parecen sumamente sospechosos. La realidad lleva tiempo pareciéndose a V de Vendetta de forma demasiado inquietante. Besos.