Y en la carretera había un letrero luminoso que decía:
Y, claro, ahora quizá pudiera llegar a entenderse por qué ciertos políticos de la derecha, que son derecha, aunque lo nieguen, que para eso los han puesto ahí los grandes empresarios y financieros, se muestran con estos caretos de estupefacción y esas pupilicas dilatadas. Que no digo yo que suene el río. Nada más lejos. Pero da pie a chistecitos.
Y, claro, ahora quizá entendamos que lo del cartel puede llegar a interpretarse como una gracia:
Asalto al banco central
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El verano se presta a la siesta y a maratones de series que uno se perdió
en su día y se devoran casi del tirón, como esta. Estrenada en noviembre
del 24,...
Hace 5 semanas
1 comentario:
Soy muy fan de ese funcionario de tráfico que, igual por error, igual por una apuesta, ha escrito el rótulo. Un aplauso: plas, plas, plas.
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