Y en la carretera había un letrero luminoso que decía:
Y, claro, ahora quizá pudiera llegar a entenderse por qué ciertos políticos de la derecha, que son derecha, aunque lo nieguen, que para eso los han puesto ahí los grandes empresarios y financieros, se muestran con estos caretos de estupefacción y esas pupilicas dilatadas. Que no digo yo que suene el río. Nada más lejos. Pero da pie a chistecitos.
Y, claro, ahora quizá entendamos que lo del cartel puede llegar a interpretarse como una gracia:
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 3 días
1 comentario:
Soy muy fan de ese funcionario de tráfico que, igual por error, igual por una apuesta, ha escrito el rótulo. Un aplauso: plas, plas, plas.
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