Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 26 de septiembre de 2014

Milagro en Milán, poético De Sica.

Y hoy, en Zinéfilas, tengo el inmenso gusto de publicar una reseña sobre una película preciosa, quizá un poco cándida, pero muy alegre, a pesar del triste tema que trata, que es la pobreza. Una película de la que mi padre siempre me hablaba con cariño, que no es otra que Milagro en milán, de Vittorio de Sica, del año 1951.

Spielberg "homenajeó" el vuelo en E.T.

El neorrealismo italiano dicen que nació más por necesidad que por otra cosa, ya que, una vez acabada la guerra, que sumía en una ruina a toda Italia, el rodaje callejero se hizo muy habitual, gracias, entre otras, a la luminosidad gratuita del sol mediterráneo. La peli que nos ocupa, rodada entre febrero y junio de 1951, narra la mayor parte de sus dos episodios al aire libre, exceptuando, quizá, el mayestático e inmenso despacho del millonario Mobbi.

Vittorio De Sica, actor y director

Vittorio de Sica, después de haber rodado en 1948 la dura historia del ladrón de bicicletas, donde contaba la realidad cruda de un pobre hombre que necesitaba un medio de locomoción para poder encontrar trabajo en una Italia arruinada de la posguerra, decidió, para su siguiente película, desarrollar una historia algo mágica y candorosa sobre la pobreza.Una alegoría de la pobreza que se enfrenta de una manera, quizá,bastante cándida ,a  los atropellos del capital.

Los pobres (Gli Barboni) de Milán


Nos cuenta la historia de Totò (Francesco Golisano), el niño que nació debajo de una col. Lo de nacer debajo de una col es anterior a la historia de las cigüeñas portadoras de neonatos parisinos. Lo encuentra una anciana (Emma Gramatica) que lo cuida con amor, hasta que muere y al pobre Totò lo llevan al orfanato, de donde sale un poco después.

Totò, de niño, siguiendo a su mamma

Totò, que es más bueno que el pan, conoce a un montón de pobres que viven en un solar inmenso, que poco a poco se convierte en una barriada donde conviven desgraciados, pero simpáticos vecinos. El vejete que codicia una maleta; el señor bajito por el que Totò se agacha cada vez que lo encuentra; los tímidos enamorados que no se atreven a dar el paso por tener colores de piel diferentes; la familia con ínfulas de ricos que tienen una criadita llamada Eduvige (Brunella Bovo) que mira a Totò con ojos de corderito....

Los pobres,buscando rayos de sol en la nieve

Uno de ellos, Rappi (Paolo Stoppa) es algo antisocial, no se mezcla con los vecinos, intenta poner distancia entre él y el resto. Un buen día, en una fiesta de la favela,donde hasta se rifa un pollo asado, haciendo un hoyo para colocar una cucaña sale agua.Todos bailan,hasta que alguien se da cuenta de que es petróleo. El antisocial  Rappi decide comunicárselo al dueño del terreno, el señor Mobbi (Guglielmo Barnabò).

Rappi con la lata de petróleo

Y aquí comienzan los problemas por la codicia de un lugar que para el dueño Mobbi es un pozo de petróleo y para los pobres (Gli Barboni) es su hogar, su lugar en el mundo, su refugio. Se suceden un montón de risibles escenas con una policía que pretende echar a unos pobres en la barricada. La magia viene ahora, cuando, con unos efectos especiales bastante logrados para la época, la madre de Totò baja desde el cielo con una paloma que concede deseos y se la entrega a su hijo para que haga el bien. La cantidad de juego que dan los deseos, como cuando los pobres  piden cosas. 

Los pobres desean sombreros de copa

El final es apoteósico, delante de il duomo de Milán, todos los pobres, salidos de los carros de detención, montan en las escobas de los barrenderos para salir volando de aquél lugar. Y es que Spielberg no se ha inventado nada, y lo de Elliot y sus amigos volando en sus bicis en E.T. 30 años después de milagro en Milán, fue propia inspiración de la peli de De Sica.

Los "homenajes" modernos

Vittorio De Sica formó junto al escritor y guionista Cesare Zavattini un sólido tándem que fructificó en joyas del neorrealismo como Sciuscià, el ladrón de bicicletas y Umberto D. La cuarta película, de tono más amable, pero con un transfondo que muestra la injusticia es Milagro en Milán (Miracolo a Milano) que es esta película de la que hoy nos ocupamos, del año 1951. Está basada en una novela del propio Zavattini , Totò il buono publicada en 1943, en plena guerra mundial, en los últimos años de Mussolini.

Amor con policía al fondo

De Sica, para esta película, trabajó con actores noveles e incluso amateurs, como es el caso de Golisano, que hace el papel principal. Un joven de 22 años, cartero de profesión, que murió, desgraciadamente, pocos años después en un accidente automovilístico para todas las webs y libros de referencia, menos para la wikipedia. Brunella Bovo, la chica simple, aún no había cumplido los 20 años cuando hizo este film, para hacer, inmediatamente después el jeque blanco, de Fellini, junto a Alberto Sordi. 

Quizá Paolo Stoppa, que hace del pobre y antisocial Rappi y Emma Gramatica, gran actriz de teatro, que hace el papel de anciana madre son los actores con más oficio de la cinta. Cinta que, ganó la Palma de Oro en Cannes al mejor film, 1951.

Sobrevolando Milán

La música de organillo, con un himno de los pobres (Gli barboni) tan pegadizo que llevo tres días cantándolo, corre a cargo del músico Alessandro Cicognini, que compuso para las películas italianas de la época, especialmente para De Sica, aunque también musicó "Pan, amor y fantasía", de Luigi Comencini, donde De Sica hace el papel de otoñal comandante de puesto de carabineros en un pueblo muy pintoresco, donde la joven Lollobrigida vive semisalvaje.



Ci basta una capanna
per vivere e dormir
ci basta un po' di terra
per vivere e morir. 
Dateci un po' di scarpe
le calze e anche il pan
a queste condizioni
crediamo nel doman.


Porque,en el fondo, aunque sea una peli antigua, trata un tema de rabiosa actualidad, en el que se sabe que, para ser fuertes contra la injusticia, hay que estar unidos.

Quien tenga ganas de verla, que pinche aquí.

2 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Siempre creí que la Wikipedia era una especie de enciclopedia. Hoy quedo encantada de saber que tiene poder para mantener viva a la gente...

Charly Hell dijo...

Ésta es una esas películas que digo que tengo que ver, pero lo hago con la boca pequeña, porque este tipo de cine no me deja buenas sensaciones emocionales y es no me gusta.
Películas como Ladrón de bicicletas -que me parece un film magnífico- no me resultan agradables por las penalidades que tienen que pasar los protagonistas, igual que Plácido de Berlanga, que me puso de muy mala hostia ver a los señoritos ahí dando migajas a los pobres y como mangoneaban a los humildes currelas -y no hay exageración, que lo he vivido, aunque no tan exagerado-.

Así que lo mismo algún día me animo... pero no se cuando. Cuando me la baj.... ay no, que es delito, cuando me la compre quería decir!! XDDD

Por cierto, te ha quedado una entrada muy buena.

Un saludo.