Hay que ver que un cambio de calendario gaste tanta energía. En el mundo occidental, y parte de sus colonias, se celebra la llegada del año nuevo con gran expectación. La de esta vez en nuestros alrededores se ha celebrado con resfriados generalizados. Hasta se barajó la posibilidad de hacer un ponche de frenadol como aperitivo de la última cena del año. Éramos mayoría los que arrastrábamos ese malestar tan molesto.
Celebración de usar, tirar y ensuciar. (Qué civilización más guarra somos)
Y aquí estamos, inaugurando el primer post del nuevo año en este blog semiabandonado mientras la luz del día va mostrando la blanca y escarchada realidad climatológica de enero, como no puede (Ni debiera) ser de otra manera.
Bienvenidos seamos todos al año recién iniciado, a ver qué tal se nos da esta vez.
Anatomía de una caída
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Soy fan de la ficción en torno a los tribunales de justicia, tanto en el
cine como en la literatura. Me han apasionado a lo largo de los años
novelas, pel...
Hace 4 días
2 comentarios:
Este año yo lo he empezado con la pata mala ¿o es mala pata?, bueno, de las dos maneras.
Saludos
Feliz año Juli!!
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