Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 13 de julio de 2017

Agotamiento mental

Pues no sé por qué será, creo que es porque necesito unas vacaciones urgentemente. Estoy que muerdo y me estoy volviendo tremendamente antisocial, y, si tenemos en cuenta que trabajo de cara al público y me entran unas ganas inaguantables de agenciarme un Kalashnikov y liar poco menos que una masacre (Es broma, señores vigilantes de la seguridad de las altas esferas, no jodamos), no sé cómo voy a acabar (¿Detenida, quizá?)

Se me está atragantando su trágica infancia

Empecé a leerme, entre otras cosas, la primera parte de las memorias de Elías Canetti, porque siempre me llamó la atención esa superioridad con la que los aristocráticos sefardíes del imperio austrohúngaro miraban por encima del hombro a los askenazíes de su misma confesión religiosa, pero la verdad es que me está deprimiendo. Qué atmósfera más asfixiante y castradora la de su familia. Menos mal que ¡Por fin! ayer me llegó el libro que solicité en préstamo interbibliotecario que cuenta las memorias de una actriz bella e inteligente, gracias a la cual, por cierto, tenemos wifi y bluetooh, porque aparte de guapa y talentosa, era ingeniera y desarrolló, a comienzos de los años 40, en plena guerra,  un sistema de transmisiones imperceptible para los nazis. No es otra que Hedy Lamarr. Mira qué casualidad, como Canetti, de buena familia judía del imperio austrohúngaro.

¿Y que esta brillante mujer no sea conocida como una de las inventoras del bluetooth?

Me fastidia un tanto que lo haya pillado tan tarde, el libro, digo, porque mañana va mi contribución al blog Zinéfilas y me he visto obligada a hablar de otra cosa. La próxima, lo juro, las fascinantes aventuras de una actriz-ingeniera superdotada, en todos los sentidos, por mucho que Groucho Marx dijera de "Sansón y Dalila" que no acostumbraba ver películas en el que el pecho del actor principal, Victor Mature, era mayor que el de la actriz protagonista, nuestra Hedy Lamarr. Que no, que de pecho, igual que de cerebro, andaba sobradísima.

Necesito vacaciones yaaaa.

4 comentarios:

emejota dijo...

Bienvenida al club. Anda y que no te queda mili preciosa. Planteate algun cambio radical camino de los 50. Procura entretenerte un poco porque pensar suele escocer mucho, ya te digo. Buen verano.

Anónimo dijo...

Buena elección. yo leí su biografía hace tiempo (no se si la misma) y apenas pude levantar la cabeza del libro, hasta su final. Bella, inteligente, gran actriz, fugada de un matrimonio con un nazi, al que repudiaba, como repudiaba al nazismo. Alguna de sus patentes, que la hicieron famosa, ayudaron al esfuerzo bélico anti-nazi.

Emilio Manuel dijo...

¡¡Jolin!! no conocía esa otra historia de Hedy Lamarr, pensaba que era otra rubia de los primeros años de Hollywood, no sabia de su inteligencia superdotada y de sus inventos, tampoco que fuera la primera actriz en salir desnuda en una película comercial o que su marido, siendo ella judía, le vendía armas a Hitler y era íntimo de Mussolini, parece que tiene una historia realmente interesante.

Saludos

Desbordamientos Puntuales dijo...

¡Juli! Espero encarecidamente que no cierres tu blog, porque sería muy desolador que dejaras de enriquecernos con tus entradas. La historia de Hedy Lamarr me ha fascinado completamente y esperaré con ansia tu comentario en el blog de cine. Siento mucho tu agotamiento mental; desde aquí te mando todo el ánimo del mundo y mucha fuerza para soportar estos días antes de las vacaciones. ¡Un besazo enorme!