Y mientras voy montando mi tetris doméstico, a la vez que suena en mi cabeza la música en cuestión, oigo un zumbido y miro detrás. Allí está ella, mirando divertida mientras sujeta el cepillo de dientes eléctrico. "¿Qué? ¿Contemplando el espectáculo?", y se limita a bailar con un toque burlón porque con la boca en pleno fregoteo no se entendería nada.
Los grandes momentos de las tareas cotidianas tienen su encanto.
7 comentarios:
No se que decirte con eso del encanto.
Saludos
Poner el lavavajillas y tender son las únicas tareas domésticas (junto a cocinar) que tolero. Será porque A. puedo tender por colores y eso siempre es entretenido y B. no tengo lavavajillas. Ay, qué felices seremos el día en que las casas se autolimpien...
EMILIO MANUEL: Hay que buscar el lado positivo de las cosas, aunque sean las que no gustan.
ESTI: Será por eso, porque no tienes lavavajillas. Tenerlo implica pereza, sobre todo de sacar las cosas de dentro que están ya limpias. Yo odio planchar, pero, afortunadamente, aún me sirve poner cara de corderico en la cola del matadero, y, oye, me funciona. :)
Es que te pidan porfa que hagas algo , con esa vocecita y esa carita que dices tu de corderita,como diciendote...hazlo..que ya te devolvere el favor, jajaja, pues claro...quien se puede negar!..
Noor: Desde luego, funciona. Pasa el tiempo y sigue funcionando. Menuda maestría hemos logrado con eso de pedirlo con vocecita de niña buena. :)
Cualquiera dice que no....
Siempre suya: No soy capaz. Me puede, en todo. XD
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