Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 30 de marzo de 2017

Desprecio, deshonra, descrédito, burla y afrenta

Así califica la Audiencia Nacional ciertos chistes sobre la circunstancia de la muerte de un presidente de gobierno de una dictadura. Se preserva la memoria de un militar que luchó para acabar con una democracia por mucho que su  muerte fuera brutal. Tan brutal como todos aquellos que murieron en esa guerra en la que felizmente participó. Tan brutal como las detenciones, torturas, violaciones, humillaciones y, también, fusilamientos que los gobiernos de la dictadura en los que participaba provocaron. Pero eso no se toca.

Haz un chiste sobre alguien que murió veinte años antes de que tú nacieras

A este presidente de gobierno lo mató un comando de una organización que decidió emplear las armas para luchar contra una dictadura que despreciaba, deshonraba, burlaba y afrentaba a los ciudadanos que mostraban desafección al régimen. Esta organización también asesinó a un comisario de policía que cometía en Gipuzkoa insoportables torturas, las cuales aprendió de la Gestapo cruzando el puente internacional que separa Irún de Hendaya. A este colaborador de los nazis el gobierno español tuvo, hará muy pocos años, la mala idea de otorgarle la medella de oro del mérito civil. ¡A un torturador franquista de pasado nazi! ¡¡La democracia otorga un premio a un torturador nazi sólo porque fue asesinado!!

Pero esta amenaza no irá tan lejos, aunque el amenazado sea un diputado

¿Qué está pasando? El castigo, ejemplarizante, eso seguro, es desproporcionado, teniendo en cuenta, además, que todos los días se hacen chistes macabros y/o de mal gusto sobre mucha gente, que no reciben tales resultados, aunque deseen la muerte, aunque se rían de su circunstancia, aunque desprecien, deshonren, desacrediten, burlen y afrenten. ¿Pero saben por qué no? Porque los hijos y nietos de los que vencieron aquella guerra que acabó con la democracia una vez, creen que tienen derecho de pernada sobre la ciudadanía, y quizá lo creen porque aún tienen la fuerza para detentar el poder, imponer cargos, otorgar medallas de mérito a torturadores nazis, crear victimología cuarenta años después de su muerte e influir en el  fallo de sentencias del todo desproporcionadas como aviso a jóvenes que creen en la libertad de expresión, esa que viene en la leyes que los poderosos, corruptos o no,  pueden interpretar.

Porque hay quienes aún tienen privilegios por la guerra de sus abuelos

Con estos antecedentes es normal que la Audiencia Nacional, que debiera volver a llamarse Tribunal de Orden Público, se atreva a joderle la vida a una chica de 21 años a la que han cercenado su futuro, le imposibilitan estudiar, pues le han rescindido la beca, y le impiden ejercer la docencia, quizá porque no quieren desafectos al régimen. Y luego, los que creen en el derecho de pernada franquista están hartos de la ley de la memoria histórica y piden que la gente se olvide de aquello. ¡Pues sí que abundan en el olvido!

Desprecio, deshonra, descrédito, burla y afrenta es lo que perpetran los herederos de los vencedores de aquella guerra sobre el resto de la ciudadanía.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Aparte de que son las consecuencias de la ley mordaza, a esta chica la han cogido como cabeza de turco, esa ley hay que eliminarla ya. Con este atentado a la libertad de expresión, se demuestra que nuestro sistema democrática está muy verde todavía. También quiero decir algo al respecto, hasta los animales merecen algo de respeto, no me gusta ese tipo de chiste.



Saludos

Esti dijo...

No sé vosotros, pero yo me he hinchado a contar chistes de humor negro: sobre el 11S, sobre Biescas... Serán peores o mejores, de mal gusto o no, pero son chistes. Es vergonzoso que cualquiera pase por el trago de un juicio y de tener antecedentes por humor. Y, como dice Emilio, es consecuencia de la ley mordaza, creada precisamente para perseguir cosas así, pero no las amenazas (que twitter está llena de ellas) ni por la enaltación del fascismo (que también las hay). Pero, fíjate tú qué casualidad, resulta que en la ley mordaza se habla de la "enaltación del terrorismo", pero ni palabra de la enaltación del fascismo.