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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Canon bibliotecario, negocio cultural

Desde hace un mes, poco más o menos, contraviniendo el manifiesto de la UNESCO en defensa de las bibliotecas públicas, estas deberán pagar un canon por derechos de autor. España, una vez más, acatará lo que le manda la UE. La Unión Europea, esa horda  de países de un continente venido a menos, que no hace sino de correveidile de una caduca gran potencia que intenta imponerse a otras emergentes que se ríen de la osadía de esta apocada UE y sus petulantes sanciones.

Vergüenza triunfal de la UE

Así, por cada préstamo de libros de una biblio pública, que ha comprado los ejemplares y ya ha pagado por ello, que no hace sino difundir sin ánimo de lucro, un derecho como es la propagación de la cultura, debeá pagar a los herederos de sus autores. Por ejemplo, los Anónimo, herederos seculares de aquél escritor que tan pronto te escribía " el lazarillo de Tormes", como "las mil y una noches", van a cobrar por cada préstamo de sus libros. Y eso los Anónimo, que me gustaría saber los Cervantes, quizá Remedios Cervantes, aquella crack que tuvo el impulso de hacerle perder a un concursante la pasta en la tele, si se llevará una parte porque alguien se lleve prestado el Quijote.

La cultura es un lujo, queridos usuarios

Porque se trata, en principio, de los herederos, si es que alguien los conoce. Ya veo creciendo la descendencia del monje Per Abat, por haber escrito parte del "poema de Mío Cid". A los monjes escritores, como Gonzalo de Berceo, le van a salir hijos putativos interesados en cobrar.

El mercantilismo aplicado a los libros se podría aplicar a todo. Cada vez que en un comercio hagan una cunta, habrá que pagar un canon a los herederos de Pitágoras y cada vez que te hagan una analítica sanguínea, los herederos de Miguel Servet acudirán con el cazo, que la leña está cara y los calvinistas también le cobraron a él un canon a la hora de churruscarlo a la brasa.

Y así el asco perpétuo del intentar cobrar por todo. Menos mal que no se sabe quién inventó el alfabeto latino, que ya me veo pagando un impuesto por usar sus letras. Vergüenza mercantilista de la UE que los ultraliberales del PP acatan con autosuficiencia.

7 comentarios:

emejota dijo...

Eso escuché ayer en la biblioteca.
Muy bien expresado Juli, aunque todo tuvo un precio, de siempre, mas o menos convencional.
Mira me estoy planteando amortizar e irme a vivir a una por eso de ahorrar energia y tal, cuando cierren a pasear los perros o a dormir. El bocata me lo podría comer en la escalera...y tienen w.c., para ca...
., jajá

Charly Hell dijo...

Qué vergüenza me da leer noticias como ésta.

Hay que sacar dinero de donde sea. Que parte del dinero que saquen por préstamos de El Quijote, El Lazarillo de Tormes o Guerra y Paz vaya a parar a una sociedad mafiosa amparada por la ley que engloba a gente como Belén Esteban, Jorge Javier Vázquez o Ana Rosa, es digno de una revolución.
Nuestros dirigentes no tienen vergüenza ni la han conocido.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Pero al final lo acabará pagando el usuario ¿no? porque no creo que el estado imponga un gasto para sufragarlo el mismo. Yo me pregunto si acabarán cobrando también por una consulta en la biblioteca. Esto sólo certifica la idea de preservar a la masa cuanto más inculta y aborregada mejor para manejarla fácilmente.
Un saludo.

mariajesusparadela dijo...

Vergüenza total.
Lo racional es promocionar la lectura y el amor a los libros. Pero la gente que lee no interesa: piensa.

Emilio Manuel dijo...

Pensaba que eso se habia retirado.

Saludos

Robin al móvil dijo...

Genial el primer comentario...en mi línea de justicia por la.propia mano. Y todos sabemos.que hay "otras opciones"...

ROSA M. dijo...

Panda de usureros!!!
Están haciendo bueno al tío Gilito.