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martes, 9 de julio de 2013

Pasar por la piedra

Días atrás estuve leyendo el pequeño diccionario de mitología vasca y pirenaica. Como es de esperar, hay una estrecha, pero lejana, conexión entre muchos de los mitos de los pueblos que se pasean por esta cordillera.

Me ha hecho gracia, y además me ha sorprendido la frecuencia, de veneraciones megalíticas. Se recurre a ciertas rocas, algunas de ellas menhires enhiestos, sobre los que se cree que tienen ciertos poderes. De hecho ennumera el libro una veintena de rocas, la mayoría en los Altos Pirineos, pero también en el Pallars Jussà, en Huesca, que hay varias,  en la Vall de Núria e incluso en Girona capital. Se trata de rocas sobre las que se cree que tienen facultades para ayudar en la fecundidad, e incluso, a veces, para encontrar esposo. Son rocas donde las chicas que quieren tener descendencia tienen que frotar su vientre contra la piedra.

La roca de Ayera, Huesca

Sí, se trata de frotarse, o deslizarse, contra a roca. Este hecho ayudará en la fertilidad de la fémina. Se trata, por lo visto, de una antiquísima costumbre en la que el movimiento sicalíptico (de Sykon, higo en griego) contra el mineral ayuda a concebir. Esto a la iglesia cristiana, claro está, cuando fue a convertir a los salvajes pirenaicos, le escandalizó e hizo todo lo que pudo para alterar tales frotamientos genitales contra el mineral.

Cadira de Carlemany (Silla de Carlomagno), réplica de la catedral de Girona. Servía igual.

Muchas rocas fueron "convertidas" con crucecicas, vírgenes, o directamente con su destrucción. Qué es eso de que las mujeres froten su pubis contra los bloques rocosos. Así os podéis encontrar por muchas zonas del Pirineo Caillous (piedras) como la de Baran, Sanit Bertrand (cristianizada), Cabanot de la Verge, Cadira de Carlemany (que está en la catedral de Girona), Mormas (Yániz, Navarra), Ségadé, que es la única que también sirve para la potencia viril, por lo visto, o la de Téberné, donde el cura ordenó derruirla y se cuenta que el operario encargado murió poco después debido a una maldición mágica.

Cabanot de la Verge, en Sarroca de Bellera, otra roca del sicalipsis.

Pues eso, que las muchachas de los pueblos de los Pirineos se frotaban contra las piedras para poder tener hijos.

5 comentarios:

ROSA M. dijo...

Que raro que se escandalizara la iglesia.
Si crees en el Espíritu Santo, y en su “obra y gracia”, porque no en el poder de una piedra???
Un petonet,

mariajesusparadela dijo...

La iglesia prefiere que sean sus sacerdotes los que pasen "por la piedra" a las vígenes y los niños (primicias)...

chris dijo...

Piedras con formas de falo... A cuándo se remontará el falocentrismo de este mundo???

Besos.

ISA dijo...


No conocía esa leyenda y alguna que otra vez me he preguntado el por qué de la expresión, bastante vulgar en mi opinión: "pasar por la piedra", que equivale a que una mujer ha realizado el acto sexual.

Juli Gan dijo...

ROSA M: Porque lo de los paganos es mentira y lo de (nosotros)los cristianos, la puta verdad. ¡Y si no, a la hoguera! :P

MARIAJESUSPARADELA: Claro, por eso están en contra del aborto. Más niños, más objetivos sexuales.

CHRIS: No todas tienen forma de falo. Algunas son rocas planas. De todas maneras es imaginería popular, como las venus primitivas (La de Willendorf) cuanto más redonda de todo, más fértil.

ISA: De todas formas, he aprovechado el dicho popular para introducir el texto, lo cual seguramente nada tiene que ver con la ceremonia fertilizadora pedestre. Curiosamente, también se dice "cepillar(se)", mientras, por ejemplo, los italianos hablan de "scopare" (barrer) para referirse al coito. Cosas de los eufemismos.