Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 25 de marzo de 2011

La alegre versión casera

Cuenta la leyenda, que podréis encontrar en cualquier documento que hable del tema, que el ska, ritmo frenético que un tórrido verano, tiempo después, se convirtió en el reggae, surgió en la marchosa isla de Jamaica allá por los finales de los 50 y principios de los 60.


Se cuenta, se dice y se comenta que el ska era la versión chapucerilla isleña de la música que provenía de los Estados Unidos. A los jamaicanos les encantaba la música afroamericana que se propagaba desde Yankilandia. El jazz, el soul y el rythm & blues gustaban en la aún colonia británica. Les gustaba tanto que la difundían de una manera original y simpática. Ya que no había pasta suficiente, sobre todo en los "bidonville" de Kingston, la capital, los que podían, se encargaban de llevar unidades móviles (coches desvencijados) con un tocadiscos y unos altavoces, para montar unas discotecas al aire libre muy celebradas. A estas discotecas ambulantes se las llamó "sound system". Coxonne Dodd (El apodito tiene coxonnes), Prince Buster o un jovencísimo Jimmy Cliff, empezaron a pinchar discos en las calles de sus ciudades.



Pero a los yankees no les hacía gracia, al igual que a la Sinde, que la gente escuchara sus discos en mitad de la calle. Tanta gente y sólo un disco, así que a Jamaica no llegaban más vinilos. Alguno aprovechó para grabar las canciones americanas por grupos y solistas lugareños, como fue el caso de Laurel Aitken. Y llegó Chris Blackwell y montó el mítico sello Island records. Y salieron los Skatalites, un fantástico grupo que versioneaba como nadie la banda sonora de la peli bélica  los cañones de Navarone, y Millie Small con aquella voz chillona o Derrick Morgan cantándole al adios a la pertenencia a Reino Unido con aquél himno ska Forward march.



Y muchos caribeños emigraban a EEUU y a la antígua madre Inglaterra y se metían en barrios obreros de las ciudades industriales de Gran Bretaña, y aquellos chicos caribeños, gañanes (llamados Rude boys) se llevaron esta música y los obreretes ingleses de pura cepa la adoptaron con gran aceptación, y así hubo una eclosión de ska en los 70. Salían grupos como Madness, Bad manners, The specials, The selecters...Y pronto se difundió por toda Europa.


 Los de Madness en su clásica postura



Así os he dado la chapa para tener la excusa perfecta de colgaros alguna cancioncica de Mr. Review, un grupo holandés de Ska que siempre me ha encantado.



Grupos de ska del Estado también los hay, y pegaron fuerte en los 80, pero eso da para otro post.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alucina tu Vasta culturilla musical! Te lo juro.

Anónimo dijo...

muy interesante...

iTxaro dijo...

lo vives...

Sra. Castafiore dijo...

Como siempre me descubro ante vos y me pongo con los holandeses. Ah, y espero la version nacional, que a mi me sacas de los refrescos y los toreros muertos cuando se inspiraban en madness y me pierdo...

dintel dijo...

Ahora estoy con una coreografia que utilizo en paso de los Madness, qué gracia, tanto tiempo sin oír de ellos...