Nadie en la calle, normal, a estas horas ya hace un frío que pela y hasta los pingüinos llevan bufanda. Abro el portal, enciendo la luz y comienzo a subir las escaleras, y en esto que no puedo evitar en pensar en Colón, los Pinzones, las carabelas y, sobre todo, en Juan de la Cosa, porque resuena en mis oídos su grito "¡Tierra!". La escalera parece un camino de la de barro que ha quedado desprendido de las botas de estos vecinos que tienen campos diseminados en los que lo único que cultivan son animales de tiro. De lo otro, no me consta.
El pasamanos (Sí, soy exagerada)
Joder, se podrían sembrar patatas, casi no se ve el enlosado. ¡Qué cabrones! Encima me toca a mí hacer las escaleras. Estoy por tirarles la tierra en el buzón, para que lo pongan en un tiesto.
Lo dicho, estoy a un paso de dejar de ser una simpática personita sociable para convertirme en la JuliGan (Hooligan) que llevo dentro y que pugna por salir.
Por cierto, el corrector se empeña en subrayarme en rojo "pingüinos". ¿La diéresis no le gustará?
3 comentarios:
Sugerencia: recoge la tierra escampada y colócala en una maceta. Coloca ésta en la entrada del portal y encasqueta un ficus de plástico de los chinos. Ambas cosas, planta y tiesto, los cargas a la cuenta de la comunidad de vecinos.
Si te peleas con el corrector es que realmente estás enfadada.
Robin: Muy buena idea, pero igual cambio el ficus por una marihuana de plástico, si es que las venden, y pongo una etiqueta de "así huele mi casa todo el santo día", a ver si lo pillan.
Emilio Manuel: No me he peleado,aún, con el corrector, pero me escama que me subraye lo que está bien escrito. Por unos segundos me han hecho dudar de que estuviera mal escrito y todo.
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