Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 3 de febrero de 2017

Operación ogro, la "pinícula"

Hoy, en Zinéfilas, una película sobre un hecho del pasado que está de moda por las repercusiones penales que tiene. Hacer bromas sobre ello supone la amenaza de llevarte a la cárcel. Sobre el asesinato de Trotski, por ejemplo, se suele decir, con mucho humor negro, que falleció con cincuenta años y pico (Le clavaron un piolet de alpinismo en el cráneo) Ese es un chiste de dudoso gusto, pero como Trotski era un apestado, no tiene repercusiones penales.

La película de Gillo Pontecorvo es de seis años después del suceso. Es una coproducción italoespañola que, como se trata de una peli, y para no liarnos, centra el protagonismo de la cinta en cinco personajes. La obra está basada en el libro "operación ogro" de Julen Aguirre, que es el seudónimo que utilizó la escritora catalana Eva Forest para publicar la entrevista que tuvo con el llamado comando txikia, los autores del atentado.

Cartel de la peli

Claro que para guionizar la peli hay que dotarla de dramatismo y, entonces, Pontecorvo y sus guinistas, montan una historia de amor imposible entre uno de los miembros del comando, encarnado por Eusebio Poncela, partidario de la lucha armada más allá de la venida de la democracia, y su compañera, que abandona las armas a la venida de la misma, papel protagonizado por una jovencísima Ángela Molina.

Uno de los éxitos de la peli, sin duda el mayor, es el trabajo del maestro Emilio  Ruíz del Río, cuya maqueta de la calle y la explosión bajo el Dodge de juguete, han sido muestra de referencia en todos los documentales que nos cuentan el atentado y la época histórica del tardofranquismo y la transición. Hasta el documental doctrinario de Victoria Prego lo usó.

La escena, rodada en una maqueta a escala, dura unos pocos segundos, pero es espectacular. Emilio Ruíz del Río se recorrió un montón de jugueterías hasta dar con tres Dodges negros, automóvil igual al que usaba el almirante. No le hizo falta más que destrozar el primero. A Emilio Ruíz del Río, en Hollywood le llamaban "el mago". Un maestro de los efectos especiales que trabajó mucho en EEUU y cuya última obra no fue otra que "el laberinto del fauno" de Guillermo del Toro.



Hay quienes argumentan que la CIA estaba detrás del atentado, algunos por conspiranoia recurrente y otros porque ETA no se merece ni la autoría de los atentados aún cuando hay víctimas. ¿Lo que digo suena inconcebible? ¿Seguro? En el libro "operación ogro", los autores del atentado, en la entrevista, ya ironizan sobre aquella teoría. Y si lo pensamos bien, a EEUU no le hacía falta ponerle un artegacto al presidente del gobierno, ¿Para qué, si de Franco y del mismo Carrero ya estaba sacando todo lo que quería? EEUU ya tenía asegurada la estabilización monárquica del futuro, a la CIA no le haCÍA falta trabajar de balde. Aquí una entrevista con Wilson, miembro del comando, realizada por El Mundo.

Hasta en la bostezante serie de televisión de cuarenta años después producida por TVE queda indicado, faltaría más, que los de la CIA pasan un momentito por el sótano desde donde está practicado el túnel y arreglan los explosivos, luego, si la chica denunciada quiere que le suavicen la denuncia, ya puede tirar de que "ETA no fue" porque hay a quienes esto les molesta, que es el verdadero problema.

Pero si nos ponemos en ese plan, practicar túneles para poner bombas no es algo novedoso. En los años 20, Durruti y otros anarquistas estuvieron a punto de hacer volar por los aires a Alfonso XIII en San Sebastián de esta misma manera. Un chivatazo les hizo abandonarlo todo y correr hasta la cercana frontera.

Y con Carrero Blanco ya van cinco presidentes del gobierno asesinados. El primero fue Juan Prim, con eso de que entronizaba al italiano Amadeo I, primer rey, por cierto, de España así llamado. O sea, que el primer rey de España fue un italiano que reinó de 1870 a 1873. La autoría del atentado también tiene sus conspiranoicos. Hay quien apunta al primer suegro del siguiente rey, Alfonso XII, que aspiraba al trono por ser el marido de la hermana de la reina expulsada.

Presidentes de consejo de ministros asesinados en el cargo

Cánovas del Castillo fue tiroteado en un balneario guipuzcoano en vísperas de la pérdida de las colonias por un anarquista italiano. Este malagueño, el alma máter del Estado e inspirador de muchos neoliberales del PP fue asesinado mientras reposaba en las vacaciones de verano.

A José Canalejas le pegaron un tiro cuando estaba mirando el escaparate de una librería en la esquina de la calle Carretas con Sol en 1912. Un anarquista fue el autor aunque Franco, con seudónimo, argumentaba en sus delirantes escritos que la masonería estaba detrás. Sí que le fastidiaba que lo rechazaran. Hay hasta una película que lo recrea. El asesino esta interpretado por José Isbert, nada menos.



A Eduardo Dato, once años después, lo tirotearon desde un sidecar en plena puerta de Alcalá. Los anarquistas han matado a tres de los cinco presidentes del consejo de ministros asesinados en el cargo. Hay que tener en cuenta que tanto Canalejas como Dato presidían gobiernos en épocas convulsas llenas de huelgas, guerras en las colonias y malestar de la población.

Y el último de la lista es el referido al principio. Tal y como está la cosa, espero que esta publicación no me traiga consecuencias, ya que no era mi intención hacer chistes sino hablar de cine enriqueciéndolo con historia, por si acaso lo digo.

2 comentarios:

JL F dijo...

Con la panda de franquistas apologetas del genocidio que nos gobierna cualquier cosa es posible. Pueden acusarte de defender el terrorismo solo por hablar de que en el pasado fueron asesinados (o ajusticiados, según para quien) cinco presidentes del gobierno. Claro que para ellos asesinar a Ceausescu o a Gadaffi no es ya terrorismo, sino "liberación popular". Cuando se trata de justificar los privilegios y los crímenes para mantenerlos siempre encuentran justificación.

Piedra dijo...

No sabía lo de la maqueta, me gustaba pensar que fue una grabación en directo, jeje.

Lo de la CIA creo que está más que probado, lo que mucha gente no sabe es que una de las razones por las que Carrero voló es porque apoyaba la carrera nuclear egpañola, en contra de los deseos de sus amos yankis. Además a los fascistas más inteligentes les estorbaba, porque tenían claro que con el facha este no podrían pasar por "demócratas de toda la vida" y no podrían engañar a la gente con la "transición", así que el poder de todos los que hoy día siguen ahí, estaba en peligro, solo por cuestiones de "principios". Esos a los que los fascistas son tan poco dados a respetar cuando está la pasta en juego.

Como dice en anterior comentario, por supuesto el ejecutado es más o menos digno, depende de a quien haya servido, a dios o como en este caso, al diablo.

Un saludo.