Tengo un bló

Tengo un bló
Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Pasajes de la biblia, hoy: Abímelec y Jefté, vidas casi paralelas

Pues esto era que, siguiendo con la relación de jueces que sale en el libro de los "ídems", después de Gedeón, el pueblo elegido va y elige otros dioses tipo Baal para "baailarles" el agua, cosa que a Jehova le sienta como una patada en los mismísimos. Luego pasa por las páginas del Antiguo Testamento Abímelec, que entre otras cosas, se cargó a sus propios hermanos y parientes. Abímelec era un hijo de puta en todos los sentidos, ya que su madre se dedicaba a ese arte con un cliente fijo, Gedeón. La querencia que tienen los judíos del AT a estas cosas, ya que repudian a las mujeres de dudosa moralidad, pero en cuanto pueden, las buscan para pasar el rato.

Abímelec debía ser un nombre común, como Pepe, por ejemplo, porque hay otros personajes de la biblia que se llaman igual. Quería ser rey de su pueblo, pero lo despreciaban por ser hijo de prostituta. Aún así consigue cepillarse a la mayoría de sus hermanos y gobernar durante tres años, pero, como se ha puesto en contra de tanta gente por eso de ir eliminando competencia fraterna a base de mandobles y estocadas, guerrean contra él y una mujer le lanza una piedra de molino que le machaca el cráneo. Como los judíos son un pueblo machista, del que todos hemos recibido una gran cultura e influencia, que te mate una mujer es deshonroso ya que somos personas de segunda. Así que para que Abímelec no quedara humillado a manos de la mujer que inventó el lanzamiento de disco, o rueda de molino, pide a su escudero que lo mate con la espada como si fuera un mihura y el escudero un torero. No sabemos si le cortó la oreja y si el respetable pidió la vuelta al ruedo.

Abímelec comulgando con ruedas de molino

Jefté nació años después en medio de unos judíos que adoraban a Baal, como hemos dicho antes. También era hijo de una prostituta y era despreciado por ello por los legítimos hijos del mismo padre que Jefté tenía. Así que tuvo que largarse porque un poco más y le buscan la ruina a la hora de abrir el testamento paterno. Jefté se larga en plan paria desheredado, pero los sabios de la ciudad donde llega a refugiarse acuden a él para que les haga de jefe militar en una de las guerras que tenían contra otro pueblo que también habitaba aquellas tierras, para que luego digan los actuales hebreos que siempre fue suya, ni en el AT, oigan.

Total que Jefté acepta con la condición de seguir siendo jefe después de la guerra.También dice que el primero que pase por su casa a felicitarlo por la victoria militar, se lo carga y lo ofrece en sacrificio (Holocausto significa eso, sacrificio en el que se ofrece una víctima) Tiene la mala suerte de que es su propia hija, que debía de estar en la inopia, la que sale a recibirlo con música y confetti.

Jefté, que sería un hijo de puta, pero que era muy cumplidor, se rasga las vestiduras (Cosa que hacen los hebreos y los gitanos sin importarles lo que fastidia remendar la ropa) porque se lamenta de tener que matar a su propia hija, pero ella le pide  que le deje hacer un sacrificio. Marchará de casa por dos meses y se mantendrá virgen, cosa que hace. No se casará jamás, lo cual en una sociedad machista significa que las pasará canutas.

La hija de Jefté muy flamenca, por la pintura, no por la pandereta

Lo que dice la biblia sobre las guerras de Jefté es que los amorreos y los moabitas ya vivían en aquellas tierras cuando los hebreos subían de Egipto, y, como eran muchos, los pueblos que allá vivían no se fiaban de la "inocente" única intención de los hijos de Israel de ir de paso por las tierras de aquellos pueblos. Como estos se negaran, guerrearon y al ganar Israel, el paseo se convirtió en asentamiento. No sólo pasaron sino que se quedaron. Igual que hoy día, los israelitas no estaban solos en aquellas tierras. Igual que hoy día, se quedaban con la tierra y las casas de otros.

También cuenta la biblia que, a toro pasado, unos parientes de Jefté le pidieron cuentas por no haberlos llamado a guerrear juntos, quedaron tan mal que se dedicaron a pelearse entre ellos y acabaron como en las reyertas de las familias de la mafia.

Y siguiendo con estos cuentos del libro de los jueces en los que los israelitas pierden el norte y vuelven a adorar a Baal y a hacer cosas raras, otros jueces se sucederán y tomarán las riendas. El próximo, Sansón el del peinado de cantante heavy.

6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

¡¡Juli!!, ¡¡Juli!!, ¿Porqué me haces leer la biblia aunque sea con tu puño y letra y con algo de coña?.

Un saludo

mariajesusparadela dijo...

Me encanta cómo llevamos toda la vida haciendo burradas en nombre de Dios.
Y, Juli, reconócelo, mantenerse virgen en el reino de los amorreos (o teniéndolos como vecinos), no es fácil, porque, una se va calentando y...ya se sabe. Sobre todo si amorrean con arte y sabiduría.

Blau dijo...

Neska, como me gustan estos pasajes:-)

Un beso y gracias por el detalle de hoy.

Juli Gan dijo...

Emilio: No te quejes, hombre. Todo es culturilla, hasta la biblia. Fíjate que llevan miles de años dándonos la murga con las referencias a ella. Así que para que no me engañen con las cosas que se callan de ella, yo la leo por conocer a tus enemigos, más que nada ;)

Un abrazo.

Mariajesús Paradela: ¿A que sí? Pero matar en nombre de Dios tiene premio. A ver, depende como fueran los amorreos. Si eran todos como "El duque", pues sí que sería difícil, sí.

Blau: Pues pienso abrir otro sobre pinceladas de la historia, que me apetece bastante. A mandar. Ya sabes dónde estamos. Besos.

emejota dijo...

Jajjjj eres una gran intérprete bíblica. Por cierto en no se qué programa cultural de esos de la 2 que pongo mientras pico cebollas, puerros y demás verduras para no aburrirme escuché algo así como que BAAL era considerado la divinidad de la naturaleza. ¿Te acuerdas de la peli de los 10 mandamientos? Era un toro o una vaca, .... ¿no te recuerda a los hindues? Muxu bat.

Juli Gan dijo...

EMEJOTA: ¡Claro! El becerro de oro, jisjis. Las religiones anteriores a la monoteísta eran todas adoradoras de la naturaleza: El sol, la luna, la tierra, el agua, el cereal, la vaca...La vida en todo su esplendor.