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lunes, 17 de septiembre de 2012

La serie B de la historia: El romance del rey don Sancho

Con este post inauguro una sección de apuntes históricos bastante sui generis, en el que se contará una versión libre de hechos de épocas pasadas que aparecen datados y nos los hemos tenido que tragar, la mayoría de las veces, como si fueran una verdad incuestionable. Pues bien, aquí saldrá una versión B.

Seguramente que os sonará el romance del rey don Sancho, que es un poema de la edad media en el que se recoge su muerte, llevada a cabo de la mano de un tal Vellido Dolfos. Os la coloco aquí:


-¡Rey don Sancho, rey don Sancho!,
no digas que no te aviso,
que de dentro de Zamora
un alevoso ha salido;
se llama Vellido Dolfos,
hijo de Dolfos Vellido,
cuatro traiciones ha hecho
y con esta serán cinco.
Si gran traidor fuera el padre,
mayor traidor es el hijo.
Gritos dan en el real:
-¡Que a don Sancho han mal herido!
Muerto le ha Vellido Dolfos,
¡gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto,
metiose por un postigo,
por las calles de Zamora
va dando voces y gritos:
-Tiempo era, doña Urraca,
de cumplir lo prometido.


Zamora no se tomó en una hora (Muralla)

Pero vayamos por partes. La península ibérica en el siglo XI está llena de reinos, al sur, los reinos taifas que habían segmentado el poderoso califato omeya, al norte, los reinos cristianos. Multitud de ellos. Algunos, como Castilla, aún ni siquiera era un reino, sino un condado.

Península a mediados del siglo XI, como un culebrón.

Inicio del lío sucesorio:

Fernando I, hijo de Sancho III de Navarra, alias, el mayor, va heredando títulos y reinos, bien por herencia paterna, bien por matrimonio. Cuando muere siendo conde de Castilla y rey de Galicia y León, había repartido sus tierras entre sus hijos e hijas, así, su hijo Sancho se convierte en el primer rey de Castilla con el título de Sancho II, ya que Castilla sube a primera división y deja de ser condado, su hijo Alfonso pasa a ser  rey de León, su hijo García, el rey de Galicia, su hija Urraca, reina de la ciudad de Zamora y su hija Elvira, reina de la ciudad de Toro, que también está en la provincia zamorana. Todos ellos tenían, además, el derecho a cobrar un tributo monetario de algunos reinos taifas.

Los culebrones no son de ahora, por eso nos sacan ahora series de época en TV

Pues bien, el tal Sancho II era bastante ambiciosillo y decide armar un plan para quedarse con los tronos de sus hermanos. Decide junto a su hermano Alfonso VI, rey de León, declarar la guerra a su otro hermano García, y reinar en diarquía Galicia, cosa que hacen. Poco después, declara la guerra a su colaborador Alfonso y se queda con León. Luego decide ir contra las ciudades-reino de sus hermanas y es aquí cuando la caga, nunca mejor dicho.

La reina Urraca de Zamora (Enrica, vamos)

Asedia Zamora con la inestimable eficacia de su jefe militar, que no es otro que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Como los zamoranos llevan muchos días de asedio y bloqueo ¿de dónde creéis que viene aquello de "no se tomó Zamora en una hora"? la reina Urraca, desesperada, pide consejo y se ofrece para lo que sea (Nos imaginamos qué es esto) con tal de que le quiten al avaricioso de su hermano Sancho de tanto acoso. Un tal Vellido Dolfos, que según el romance, queda como un traidor, pero suponemos que para los zamoranos fue un héroe sin igual, decide probar suerte.

Para la literatura, traidor, para Zamora, héroe. ¡Ay, Vellido Dolfos, cómo te tratan!

Así que al campamento de Sancho II y el Cid llega el tal Vellido Dolfos diciendo que se pasa de bando, que está harto, que su único rey alabado y deseado es Fernandito. Ellos van y se lo creen, o casi. Vellido Dolfos, como nativo, les dice por qué parte de la muralla se puede acceder al asalto de la ciudad.

Momento cumbre:

Sale don Sancho con el nativo Dolfos a mirar la muralla cuando a Sancho II le entra un apretón y decide bajarse del caballo a plantar el pino, momento en el que Vellido Dolfos aprovecha para lanzarle el venablo (Una pequeña lanza) que el mismo rey portaba y sacudirse al asediador. El Cid, que se lo rumiaba, no llega a tiempo, y persigue a Dolfos, pero no lo alcanza.

Sancho II, la cagó al ir a cagar

Gracias a este asesinato, el asedio de Zamora se quedó en nada y el rey de León, Alfonso VI, se convirtió también en rey de Castilla. Tanto la reina Urraca como la reina Elvira consiguieron seguir siendo reinas de sus ciudades, aunque pasados los años, acabaran en manos de un único monarca. Dicen que el Cid tuvo que huir de la ira de su nuevo rey, Alfonso VI, porque sospechaba que éste había urdido, junto a su hermana Urraca, el plan de eliminar a Sancho II. Dicen que el juramento de Santa Gadea, al que obligo el cid al rey no es más que una irreal licencia poética para dar rienda suelta al poema de Mío Cid. Pero eso es otra historia.


6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Juli, prefiero la música, cada vez lo pones más difícil.

Un abrazo.

mariajesusparadela dijo...

Pues tampoco está mal que el Cid desconfíe de que Alfonsito tenga algo que ver en la muerte de su hermano. Al fin, el beneficio lo lleva él todo.

firefly dijo...

así me gusta, poniendo las cosas en su sitio.
¿te vas a convertir en la concostrina de los blogs? jajajaja

La Bestia dijo...

Muy instructivo,gracias.

La historia narrada con esta amenidad es muy entretenida.¿ Donde estabas Juli Gan cuando estudia mi EGB ?

(Lo de los mapas es muy chulo y curioso ver como eran las fronteras en otros tiempos.)

Gabon.

María Veces dijo...

Ups yo pensaba que urraca había sido madrina de armas del Cid, no sabia que estaba involucrado en el sitio de Zamora...
Me gusta este post, espero que le sigan mas de la
serie! Vas a centrarte en una época determinada?
Besos
M

Juli Gan dijo...

Hola, María: Gracias por tus palabras. Yo también espero seguir con la serie. Iré saltando de hecho en hecho, porque según me vaya acordando de alguna cosica del cole, la iré poniendo. La etiqueta de debajo del post te llevará a otro anterior que escribí hace unos meses.

Besos.