Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 24 de noviembre de 2011

Drogas en la música ( 4ª y penúltima)

Ya queda poco de la disección de temas musicados dedicados a las drogas. La última, que será la selección dedicada a la tristeza y la ruina del drogodependiente, sucederá a esta, que mezcla el subidón de las pastillas, los trapicheos de crack, la metadona y el placer obtenido mediante las sustancias narcóticas.

En el número 5, Ximo Bayo. Así me gusta a mí: Un himno del éstasis y de la ruta del Bakalao valenciana, que vivió sus mejors momentos en los años 90. A pesar de lo que se diga, este es un himno que todo el mundo recuerda, desde hace ya 20 años.



En el número 4, Pistones con metadona: Algo anterior a la música de club anterior, en los 80, para borrar las huellas de la heroína, la metadona empezó a distribuírse por centros de salud. Los yonkis se enganchaban a la metadona para poder desengancharse del caballo. Los Pistones, conocidos por la canción de El pistolero, dedicaron un tema al medicamento adictivo en cuestión:




En el número 3, Manolo Kabezabolo con spiz amarillo. Quizá este artista zaragozano a muchos les chirríe, pero, a pesar de su estilo poco convencional, sus letras son una auténtica pasada. Sobre las drogas tiene muchos temas, como, véndemelo o el famosísimo  un papel morao.



En el número 2, Ruper Ordorika  y crack. Narra con la elegancia característica del cantante oñatiarra, la compra-venta de crack de tres personas en una calle. La figura del camello, ahora que lo pienso, también es recurrente. Me acuerdo de la naca inocente versión de David el gnomo de Piperrak (Soy un gnomo), o de Extremoduro y su Pepe Botika, cuyo estribilloennumera los centros penitenciarios más duros y famosos del Estado.



En el número 1, Fangoria y No sé qué me das. Aunque parezca un himno al amor, realmente lo es al éxtasis y al momento de subidón. Se confunde con un canto al amor, de la misma manera que Hertzainak cantó al amor a la droga en Aitormena (la confesión) que parece un delicado tema al fin de un amor, aún con amor, pero que, realmente esconde un adiós al narcótico.



La última entrega, mañana.

2 comentarios:

felicitat dijo...

Hubo unos años, después de la transición, en que la juventud digamos de un talante anti todo y contra todo, se hizo como muy suya la filosofía del hedonismo y el egocentrismo. Cambiaron el todo por la patria o contra la patria, por el todo por mi o contra mi. Fue una época en que a lo máximo que se aspiraba era al placer y a la experimentación, sin saber a ciertas las duras consecuencias, ya que la moda del punk que venía oleando desde el Reino Unido en Europa, en este país hacia poco que se habia implantado. Era una forma de protestar ante el sistema evocando al mismo tiempo a la destrucción de todo, empezando por uno mismo. Los artistas lo expresaban claramente y sin complejos ni pudores en sus canciones, películas, cómicos...
Qué puedo decir!
Saludos,

neska dijo...

Qué grande Manolo Kabezabolo! Te contaré como anécdota que cuando eramos chavalines, unos amigos y yo le mandamos una carta y nos la contestó metiendo algo de speed dentro. Qué jefe! jajajajaj!!
ais la drogaína...

muxu bat!