Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 23 de febrero de 2018

Programa de digestión difícil

Preparo la cena, algo frugal y sano, porque el bikini me da igual, pero hay que cuidarse un poquillo, y, mientras espero, paso los canales de la tele ordinaria, y lo de ordinaria lo es con todas sus acepciones, porque no es la de pago y, sobre todo, porque es cutre, zafia y aburrida. Y llego a uno de esos canales secundarios de las privadas apañolas y encuentro un programa de esos que compran, de saldo, a los yankees y nos la meten, convenientemente doblada (dobles sentidos, jeje) al castellano.

En esta hay un mocetón eminentemente yankee, con cierto sobrepeso, cuyo show televisivo es, ciertamente, mostrar, como su propia palabra inglesa advierte, la cantidad de porquerías, tamaño familiar, que puede llegar a zamparse de una sentada, con alto riesgo para su salud cardiovascular.

Una cosa que me mosquea, porque no hace sino fomentar el uso de la violencia es el insistente rótulo de cabecera que ponen. Un muñegote dándole puñetazos a una pata de pollo mientras suena una campana boxeística. Que quede claro, es un programa que habla de artes culinarias comida zarrapastrosa, pero muy macho,¿Eh? Nada de cremitas y ensaladitas para moñas.

Y así el simpático zampabollos me quita el hambre porque da asco ver las mezcolanzas que se mete en la boca. Eso sí, todo en raciones extramegagenerosas, aderezadas de patatas fritas, queso, cheddar a ser posible, chiles hiperpicantes, hamburguesas, pizza, salchichas y una bota militar, todo ello entre pan y pan, rebozado en su conjunto, frito, salseado con más chile picante, ketchup y mayonesa, no vayan a faltar,  servido  por tres camareros, porque no hay musculado de gimnasio que pueda con tal mole.  Y la supuesta gracia es ver al orondo mozalbete zamparse aquello a bocados mientras corren extensos churretones por su cara, y tú lo estás viendo con el estómago pidiendo almax, las manos aceitosas, necesitadas no de una servilleta sino de una sábana de cama de matrimonio.

¿Por qué triunfan los mierdónalds en este país?

No sé a vosotros, pero a mí se me cierra el estómago viendo semejante espectáculo. Los norteamericanos, tan amantes de la comida sin usar cubiertos, creo que tienen equivocado eso de comer bien con comer mucho. 

Hay que reconocer que es todo un acierto que lo echen a la hora de cenar, porque, la náusea que me hace imaginarme el olor de las freidurías y antros grasientos a los que acude el andoba tragaldabas, hace disminuir mi apetito y así es más fácil conciliar el sueño por la noche.

1 comentario:

Nosu dijo...

Los mierdónals triunfan porque por poco dinero te llenas, y encimas comes rápido. Consumir, consumir, consumir. contra más rápido mejor