Cuidado con la Coronita

Soy casi abstemia. Sólo bebo en compañía y exclusivamente en fines de semana o fiestas de guardar. Por eso hay algunas cervezas que me sientan bastante mal.

No es mejor cerveza por llamarse así

Antes de que echen el cepo, y nos echen el guante para ponernos los grilletes por decir lo que pensamos, aunque no sea un insulto propiamente dicho. Antes de que se nos follen el derecho a la libertad de expresión amparándose en no sé qué coño de leyes diseñadas para no aguantar ni una broma, como la madre del electrocutado por los cables de alta "traición" del pueblo de Gila, me voy a dar el gusto de comentar la prohibición expresa, en vigor desde el uno de julio, de decir nada inconveniente contra la corona so pena de pasarlo muy, muy mal en los únicos lugares donde no hay deshaucios y que tienen torretas y pinchos en lo alto de los muros.

Más de uno va a acabar aquí por una broma tonta


Ya está, después del año de rodaje, nos metemos en harina. Quién sabe si por su genética prusiana, por parte de madre, hay cosas que este monarca no está dispuesto a tolerar.

Ojo con vuestros tweets y largadas de fb.

Con los precedentes de supresiones de portada de la revista "el jueves" sacando una caricatura de la pareja real en pleno acto sexual, me da que al sexto de los Felipes no le hace ni meretriz gracia que los pobres de la tierra nos tomemos a choteo su pompa y su boato. Ya ni nos dejarán ese saludable ejercicio de tomarnos poco en serio unas instituciones que, a la inversa, también nos toman por el pito del sereno.

Recuerdo una del Ivà, con un príncipe víctima de una novatada que era mucho más salvaje

Hale, súbditos del rey sin sentido del humor, ya nos están prohibiendo hasta reír.