Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 10 de octubre de 2013

Venta telefónica

El teléfono suena impenitente olvidado sobre la mesa. Llaman desde un móvil que no tengo registrado. Contesto. Una voz de varón joven aunque con tono cansado me reclama. Me identifico, acto seguido me empieza a soltar una discurso inanimado sobre las bondades de su seguro privado de salud que pretende endilgarme por tener una cuenta en lo que otrora era una caja de ahorros y ahora es otro banco despiadado de esos que pretende ahorrarse el fin social para las que se crearon las moribundas cajas.

Su trabajo es maldito, pero yo no tengo la culpa

El tipo, casi sin respirar, me va soltando su rollo aprendido a base de repetirlo. Le digo que no estoy interesada. El vendedor hace oídos sordos y continúa con su letanía. Segunda vez que le digo que no estoy interesada. Él sigue haciéndose el nativo del país de los Ikeas. Tercera vez que le digo con un tono un poco menos amable, y eso que hasta ahora he sido correcta y toda dulzura, que sigo sin estar interesada. El tipo por fin para y me intenta convencer. Se lo vuelvo a repetir. No quiero ninguna tarjeta de "Adeslas segurcaixa", aunque me la regalen. El tipo pliega sus velas ofendido y con ganas de colgarme, pero no del teléfono, sino del poste que trae los cables. Eso me pasa por ser amable. La próxima vez cuelgo sin miramientos. Si vamos a ser bordes, hagámoslo bien, desde el primer segundo.

Sé lo desagradable que puede ser el trabajo de teleoperador, por eso yo suelo ser muy correcta y atiendo de buenas maneras, pero si, con mucha cortesía, digo que no, es que no, y eso no significa que el teleoperador deba ser un desagradecido. Adiós y muy buenos días, por lo menos.

6 comentarios:

ari dijo...

Yo siempre intento decir que no me interesa de manera amable, y termino colgando por no soltar un montón de improperios a alguien que sólo está haciendo su trabajo.

Emilio Manuel dijo...

Después de haber sido correcto durante años, a fin de cuentas uno a comido de la telefónica durante 40 años,he dejado de serlo, simplemente corto sin más, si dijera algo tras despertarte de la siesta solo se me ocurriría "cargarme en su madre" y prefiero no hacerlo, simplemente cuelgo.

Un abrazo.

Gustavo dijo...

Yo suelo ser amable, pero todo depende de cómo me cojan. Eso sí, no les dejo que tomen carrerilla porque no me gusta perder el tiempo con desconocidos :-)

En cualquier caso, el otro día me apunté a las Listas Robinson, cuya efectividad desconozco, pero aún así, les dejo el enlace.

https://www.listarobinson.es/default.asp

Supuestamente es una manera de evitar todo tipo de publicidad, pero me sigue sonando a camelo...

Salud!

Cyllan dijo...

Igual que a los de arriba, cuelgo por no cagarme en su madre, que no tiene la culpa :D
Lo de la lista Robinson me suena a camelo total para recaudar más datos de la gente si cabe. Aún nadie me ha dicho que le funciona.

mariajesusparadela dijo...

Me pasó lo mismo anteayer con un chico que pretendía convencerme de las maravillas de jaztel (o como se escriba). Cuando le dije que no estaba interesada, me colgó.

ROSA M. dijo...

Algun@s deben entrenarse para hablar sin pausas y no darte opción a decirles que no interesa.
La verdad es que acabas harta, no me queda otra que contestar aunque no conozca porque el móvil es el que doy siempre como número de contacto (hospital, médicos, ...) y llevo dos semanas que me llaman de Orange preguntando por una tal Teresa Xxxx, no hay manera de que lo anulen se debe haber equivocado al introducir el teléfono en su ficha personal y el operador de turno no puede modificarlo. Total que estoy hasta las narices de que llamen.
Cuando llama el de Jazztel por las noches al fijo, suelto el teléfono aplaudo y después cuelgo. Se que no es demasiado correcto ;-)